Servicio Marítimo de la Guardia Civil en Viveiro

Diez años custodiando el mar

03/07/2023

Marina mercante

Patricia Romero Alonso
Capitán Juan José Rodríguez SEMAR Viveiro a los mandos de una patrullera

El Servicio Marítimo de la Guardia Civil (SEMAR), desde su creación en 1991, lleva más de treinta años protegiendo y garantizando la seguridad ciudadana en nuestros mares y océanos. Es un cuerpo relativamente joven que ejerce de policía judicial del mar, policía de medioambiente y policía para atender los requerimientos de otras administraciones.

El servicio marítimo es una de las especialidades más demandadas dentro del cuerpo y una de las más difíciles de obtener plaza. Es un colectivo relativamente pequeño, ya que contando con el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) el número de agentes ronda los 1.200 del total de 82.000 efectivos que conforman la Guardia Civil.

Su labor en Viveiro se centra en la vigilancia del cumplimiento de las leyes, la normativa en seguridad marítima, que las embarcaciones estén tripuladas por el personal adecuado, con las titulaciones correspondientes, y que las embarcaciones dispongan de los certificados y condiciones de navegabilidad adecuados. 

El SEMAR tiene una importante vinculación con otros estamentos civiles del mar, especialmente con el Instituto Social de la Marina, Inspección de Trabajo y Capitanía Marítima. Anualmente participan en las campañas de inspección de embarcaciones Segumar. Con el ISM además tienen relación directa para la formación especializada del mar. La comunicación continua es la base del buen servicio entre todas estas administraciones.

El capitán José Juan Rodríguez dirige el Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Viveiro desde su despliegue inicial hace diez años y es el encargado, entre otras labores, de la planificación del servicio para poder atender todas las funciones encomendadas, pero también para permitir que los agentes puedan conciliar su vida laboral y familiar.

“La Mariña lucense tiene dos puertos muy importantes, Burela y Celeiro, que recogen mucha flota especialmente de barcos de altura. Se intenta verificar que todo fluye bien y que los barcos navegan con el personal necesario, la formación adecuada y con sus certificados médicos en vigor”.
Pero no hay que olvidar que en verano las playas y costas se llenan de turistas “entonces también hacemos asistencias de orden público para pruebas deportivas y regatas. Estamos más pendientes de la vigilancia del litoral y las playas porque hay más incidencias con bañistas y sobre todo con las embarcaciones recreativas”.

En ocasiones también se les requiere para tareas de apoyo al Servicio de Gardacostas de la Xunta especialmente del helicóptero Pesca 2 con base en Celeiro.  

Sala de maquinas de la patrullera Río Luna
Sala de maquinas de la patrullera Río Luna


FALTA DE EFECTIVOS

La falta de agentes de la Guardia Civil en todo el territorio nacional no es una novedad, pero en el SEMAR es mucho más llamativa porque se sufre de manera sostenida. En seis años no se ha renovado el personal que ha pasado a la reserva, aunque desde 2021 se está haciendo una importante inversión con la creación de la Escuela de Servicio Marítimo radicada en Cádiz. 

Allí imparten formación específica para el personal de la Guardia Civil que se especializa como patrón, mecánico marinero y mecánico de mantenimiento. Una escuela con capacidad para formar a 40 patrones y otros tantos mecánicos al año. 

“Uno de nuestros principales problemas es la falta de personal -reconocía el capitán Rodríguez- Tenemos una plantilla muy corta. Tendríamos que duplicar la que hay. Tengo 19 agentes operativos de 27 que figuran en la Relación de Puestos de Trabajo”.

Cada día es más habitual que los agentes lleguen al SEMAR con la formación en la especialidad ya realizada, ya que ello les da tanto baremo como bagaje para ingresar en la unidad y elegir destino. 
“Yo entré en el cuerpo a la par de la creación del Servicio Marítimo, pero ésta no fue mi primera opción. Elegí Montaña y después de unos años empecé a pensar en el SEMAR porque el mar, siendo de Lugo, siempre me gustó. Hice el curso de Tráfico, me destinaron a Canarias y allí empecé con las titulaciones tanto de inglés, náutica y patrón, hasta conseguir regresar”.

Carlos Simoes marinero mecánico guardia civil del mar Burela
Carlos Simoes marinero mecánico guardia civil del mar Burela


EQUIPACIÓN DE VANGUARDIA

El SEMAR de Viveiro dispone de tres embarcaciones. La patrullera Río Pas, un modelo R66 de 22 metros de eslora; una embarcación ligera semirrígida Duarry de 12 metros y una Vanguard semirrígida de 6,75 metros.

La Río Pas está habilitada para cuatro tripulantes, un patrón y tres mecánicos marineros. Esta embarcación es la que reúne las mejores condiciones de navegabilidad para las aguas del Cantábrico y del Atlántico.

En ocasiones, los agentes del SEMAR son destinados a otras misiones para Frontex en Senegal, Guinea Bissau o Italia, generalmente para labores humanitarias. “Te emociona como persona ver sus caras cuando les rescatas”, comentan todos los agentes que en algún momento han estado destinados a tareas de salvamento o rescate.

Comparativamente hablando desde que hace diez años llegó el servicio a la zona, la infradeclaración o la no declaración de capturas, que es el tipo de sanción más habitual, ha disminuido bastante. También las infracciones en las artes de pesca. Actualmente, la mayoría de las actas que se levantan es por llevar personal sin la titulación adecuada, sin el reconocimiento médico de embarque en vigor o incumpliendo el número de tripulación mínima requerida.

En cuanto a los servicios en materia de medioambiente, en este decenio han atendido solo tres casos de vertidos, dos de ellos en el puerto. En este caso, la labor del SEMAR es de recogida de pruebas y exposición de hechos, ya que la investigación corre a cargo del Seprona, mientras que la contención de los vertidos es tarea de Salvamento Marítimo.

El SEMAR de Viveiro también participa en la protección del patrimonio arqueológico de la zona. Actualmente hay localizado un pecio en Foz y dos en Ribadeo.
Otro aspecto muy importante del servicio es su entrenamiento, cuando no están en misiones hacen simulacros que les permiten estar preparados ante las situaciones de emergencia.  

Puesto de mando de la patrullera Río Luna
Puesto de mado de la patrullera Río Luna

PATRULLERA RÍO LUNA

También están de estreno en Marín (Pontevedra) donde el Servicio Marítimo de la Guardia Civil recibía en abril la Patrullera Río Luna, construida en el astillero que Armón posee en Burela, y destinada a labores de inspección pesquera.

La patrullera mide 35 m de eslora y 7,80 m de manga, está propulsada por dos motores MTU que suman una potencia de 3.480 kW para mantener una velocidad de 26 nudos. Cuenta con un sistema de propulsión eléctrico, que permite ahorrar hasta un 60% de combustible. 
La novedad, respecto a otras embarcaciones más antiguas, no solo radica en que está construida en aluminio, sino que cuenta con estabilizadores que reducen drásticamente el balanceo en zonas de fuerte oleaje. 

Se trata de una embarcación diseñada para la búsqueda y el rescate, capaz de maniobrar a muy baja velocidad y altamente estable para facilitar las tareas de salvamento y asistencia en misiones de hasta 30 días. Tiene capacidad para alojar hasta 30 náufragos. 

La Río Luna es la quinta de una serie de patrulleras de altura con una zona de actuación que abarca Galicia y la Cornisa Cantábrica donde realiza inspecciones fundamentalmente durante la campaña de la caballa y el bonito.

Sus competencias son el salvamento naval, remolque de embarcaciones, policía fiscal (especialmente en temas de narcotráfico); inspecciones a recreativos y barcos pesqueros, así como inspección de lonjas. 

Esta patrullera requiere una tripulación mínima de ocho personas y dispone de autonomía de navegación para diez días, aunque lo habitual es que esté cinco fuera de puerto. 

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