El mar, con su belleza inigualable, ofrece al hombre una forma de transporte universal que logra comunicar zonas muy distantes del planeta entre sí, aporta una variada y excelente fuente de alimentación, y tiene un gran número de sustancias aun por investigar que pueden curar enfermedades que la farmacopea convencional no consigue.

El 70% del planeta está formado por agua, y en todos los tiempos ha despertado un amplio interés científico. Las primeras formas de vida, hasta ahora conocidas se desarrollaron en el mar. La biodiversidad existente en los océanos puede no tener punto de comparación con ningún otro ecosistema terrestre estudiado hasta el momento.

Al ser un medio extremadamente hostil, las estructuras que viven en el mar deben desarrollar importantes mecanismos de defensa ante múltiples agresiones y así adaptarse a los cambios y sobrevivir. Algunas especies marinas en especial las algas o las esponjas, que no disponen de una defensa física como espinas o conchas protectoras, y además carecen de una respuesta ágil para huir de sus depredadores, generan sustancias con actividad biológica defensiva que emplean para atacar a sus presas o defenderse.

En 1959, la comunidad científica mundial puso el foco en la Cryptotheca Cripta, de la cual se extrajo el primer fármaco de origen marino; la Citarabina. Fue un paso más en la lucha contra la leucemia, logrando que muchos enfermos se curaran de esta enfermedad. La Citarabina fue patentada en 1960 y aprobada para uso médico en 1969. 

Otros factores que ralentizaron las investigaciones fueron lo difícil y costoso de la obtención de estos fármacos, su aprobación y comercialización y el auge de la producción sintética de medicamentos.

A pesar de lo anteriormente dicho, el interés en la síntesis de fármacos extraídos de especies del mar ha cambiado, muestra de ello es que en los últimos años se han aislado alrededor de 1.500 nuevas moléculas procedentes del espacio marino. 

La Unión Europea, y otros países entre los que se encuentran Estados Unido y Australia, han autorizado el uso de algunos medicamentos extraídos de la vida marina, en los cuales se ha demostrado suficientemente su efecto en la lucha contra el cáncer. Se trata de moléculas conjugadas con anticuerpos que identifican y dirigen a dicha molécula directamente a las células tumorales para su destrucción.  

Otros medicamentos extraídos de los océanos tienen efectos prometedores en el alivio del dolor crónico y de difícil tratamiento convencional.

APROBADOS Y EN ESTUDIO

Los fármacos que se detallan son de prescripción exclusiva por especialistas médicos.

• CITARABINA – Se obtiene de la esponja Cryptotheca Cripta. Es el primer medicamento extraído de esponjas del mar, que por su efecto bloqueador de la enzima ADN polimerasa, destruye las células cancerosas. Actúa en la remisión de la leucemia mieloide aguda en adultos y en niños. También ha demostrado ser útil en el tratamiento de otras leucemias agudas y en la leucemia mieloide crónica. 
• VIDARABINA - Se obtiene de la esponja Tethya que habita en el mar Caribe. Es un fármaco que es utilizado en el tratamiento de las infecciones producidas por el virus del herpes simple.
• PRIALT - Se obtiene del caracol marino Conus Magus. Utilizado en pacientes con dolor grave y crónico de difícil solución con otras estrategias farmacológicas. 
• YONDELIS - Se extrae de la Ecteinascidia Turbinata.  Es el primer medicamento de origen marino producido por una empresa española. Se usa para el tratamiento de pacientes con sarcoma de los tejidos blandos en estado avanzado, cuando los tratamientos anteriores no han sido efectivos o cuando los pacientes no puedan utilizar otros medicamentos. 
• HALAVEN - Se obtiene de la esponja marina Halichondria Okadai que habita en los mares de Japón. Aprobado como tratamiento contra el cáncer de mama avanzado o metastásico después de ciclos de quimioterapia para la enfermedad avanzada. Está indicado para el tratamiento de pacientes adultos con liposarcoma irresecable. 
• BARINGOLINA - Actualmente en estudio, una sustancia que se extrae de un microrganismo que se encuentra en la costa de Alicante, se investiga la extracción de un tipo de antibiótico que con pocas dosis se obtengan amplios resultados y al cual las células no desarrollaren resistencia. 
• TETRODOTOXINA - También en estudio, se obtiene del pez globo o fugu, un alimento muy apreciado principalmente en Japón. Es un alcaloide venenoso del cual se investiga sus propiedades analgésicas en el dolor grave.

CONCLUSIONES
Teniendo en cuenta que fármacos derivados del mar poseen capacidad inhibitoria en la replicación de algunos virus, pudieran convertirse en una estrategia curativa en las enfermedades producidas por virus como es el caso de la Covid 19. 

Aunque el mar es un laboratorio viviente autosostenible y que se mantiene a pleno rendimiento permanentemente, hay cada día más razones para que el hombre lo intente conservar con esmero. 

A pesar de los esfuerzos actuales, los estados y gobiernos deben dedicar más presupuesto con vistas a preservar la integridad del mundo marino y al estudio de sus ecosistemas.