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Enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes

02/11/2023

Sanidad marítima

Doctora Purificación Vega (*)
Ilustración de un mosquito con células sanguineas

Las enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes constituyen uno de los problemas de salud que más interés ha despertado en los últimos años. Muchas de ellas se consideran catástrofes nacionales por la alta morbilidad que generan, la gran cantidad de vidas que cuestan y el coste que representan desde el punto de vista económico para el país, además de los recursos que el sector salud debe aportar para controlar la enfermedad.

Se trata de enfermedades infecciosas provocadas por microorganismos (bacterias, virus, parásitos y hongos) que surgen repentinamente (emergentes) o que experimentan un resurgimiento comenzando a elevar su incidencia o su alcance geográfico (reemergentes) en las últimas tres décadas.

Entre los ejemplos más recientes de enfermedades infecciosas emergentes podemos citar: el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA), infecciones por coronavirus, (COVID-19, el SARS y el MERS), gastroenteritis por rotavirus, enfermedad de Lyme (infección bacteriana transmitida por las garrapatas del venado), síndrome pulmonar por Hantavirus Escherichia O157:H7 causante de intoxicaciones alimentarias, el dengue (infección producida por el virus del dengue y transmitida por un mosquito),  entre otras.

Entre las enfermedades infecciosas reemergentes destacan: la tuberculosis pulmonar, el cólera, la difteria, la fiebre amarilla, el sarampión, la leishmaniasis visceral, la peste, la encefalitis por el virus Nilo Occidental, etc.

FACTORES INTERVINIENTES

Las enfermedades infecciosas emergentes o reemergentes van apareciendo y seguirán apareciendo, son parte de nuestra historia, siendo el 60% de ellas zoonóticas, es decir, que   saltan de animales a personas –el mayor quebradero de cabeza– y viceversa.

La globalización destaca como uno de los principales factores causante de la aparición de estas enfermedades. La superpoblación, las migraciones, el turismo y el comercio internacionales ocasionan situaciones epidemiológicas nuevas, al generar una mayor interacción humana con el consiguiente aumento del contagio, pues arriban personas enfermas o portadores de agentes que no existían o habían sido eliminados hace mucho tiempo, por lo que la comunidad nativa de los territorios de arribada no cuenta con una inmunidad comunitaria para estos nuevos agentes. Además, el comercio de productos alimenticios también aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades (brotes de cólera severo).

También influyen en la introducción y diseminación de infecciones, el comportamiento humano y sus hábitos. Como ejemplos caben citar:  el inicio de relaciones sexuales a edades más tempranas y el aumento de ETS/SIDA, el fenómeno de la drogadicción con el incremento de hepatitis B e infección por VIH, el autoconsumo y uso inadecuado de medicamentos relacionado con el aumento de la resistencia a determinados medicamentos, se ha descubierto en microorganismos que causan paludismo, tuberculosis, blenorragia, meningitis, entre otras.

Por otra parte, el daño a la biodiversidad supone un factor crítico en la aparición de este tipo de enfermedades. La pérdida de especies predadoras puede conllevar un desequilibrio del ecosistema, incrementándose la población de animales salvajes portadores de algún patógeno, como por ejemplo los roedores, facilitando el paso de la enfermedad a la especie humana. La pérdida de masas forestales (incendios, deforestación, etc.), en especial las tropicales como la Amazonía, Indonesia o el Congo, hace que se incrementen los espacios húmedos donde vectores como los mosquitos pueden proliferar y, con ellos, el riesgo de transmisión de enfermedades como la malaria, COVID-19, SARS, MERS, Zika. 

Por último, señalar que las políticas de salud pública que han motivado un debilitamiento general de las actividades en salud pública, son un factor clave en el resurgimiento de estas enfermedades.

CONTROL DE ENFERMEDADES

El primer paso para controlar las enfermedades transmisibles y reconocer la aparición de nuevas enfermedades corresponde a la detección e identificación inmediata, por lo que es esencial la existencia de un sistema organizado o red de vigilancia.

Por otra parte, la multiplicidad de factores que intervienen requiere una respuesta global mediante la actuación conjunta de diferentes profesionales especialistas en diversas áreas de la salud (medicina, sanidad animal, epidemiología o seguridad alimentaria) pero también de otros ámbitos que van desde la ecología a la antropología.

Los contagios en los trabajos del mar son más frecuentes
Los contagios en los trabajos del mar son más frecuentes

En el caso específico de los trabajadores del mar, este colectivo supone una población con riesgo de exposición a la aparición y desarrollo de enfermedades transmisibles, por las características principales del trabajo a bordo: espacios reducidos y confinados, tripulaciones multinacionales, navegaciones a zonas remotas, ausencia de personal sanitario a bordo, alejamiento de centros sanitarios en tierra, etc.

Por ello es fundamental, en estos trabajadores, la adopción de medidas preventivas para reducir el riesgo de contraer enfermedades infecciosas y sus complicaciones, entre las que cabe destacar: el asesoramiento e información previas de los riesgos de salud existentes en los países a los que arriban, la aplicación de vacunas o tomas de medicamentos preventivos recomendados (malaria, gripe, COVID-19), la disponibilidad del preceptivo botiquín a bordo con los fármacos, material y equipo sanitario,  la adopción de medidas adecuadas de saneamiento a bordo (control agua potable, seguridad alimentaria, eliminación adecuada de residuos, medidas de protección antimosquitos, etc.) y la  existencia de procedimientos de consulta y evacuación médica. 

Purificación Vega, médico de Sanidad Marítima

Número 639 del mes de octubre

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