El director general de la Marina Mercante, Benito Núñez Quintanilla, ha destacado el compromiso del organismo con los desafíos que plantea el momento actual. A nivel mundial, 2022 estuvo marcado por la invasión rusa a Ucrania, que incrementó desmesuradamente los precios energéticos y paralizó el transporte marítimo de mercancías y, a nivel nacional, el hundimiento del Villa de Pitanxo y la muerte de gran parte de su tripulación puso de nuevo de relieve la dureza del trabajo en el mar.
La DGMM aplicó el año pasado, junto con Puertos del Estado, la mayor parte de las sanciones que en el ámbito marítimo Bruselas impuso a la Federación de Rusia. También activó de nuevo la Operación Paso del Estrecho que había estado interrumpida por la pandemia los dos últimos años.
Por otra parte, el accidente del OS35 en la Bahía de Algeciras puso en marcha el dispositivo de Salvamento Marítimo y Lucha contra la Contaminación en una zona de altísima actividad, sin que afortunadamente se registraran daños de extrema gravedad.
En el plano normativo, la Memoria destaca la aprobación del Real Decreto que regula los títulos profesionales y de competencia de Marina Mercante y modifica algunas reglas en materia de seguridad en el mar, y el compromiso del organismo con las líneas de transporte marítimo de interés público y con los estudiantes en prácticas, en colaboración con Anave.
A lo largo del 2022, se realizaron varias campañas de prevención de seguridad en la náutica de recreo y de difusión del trabajo que realizan las Capitanías Marítimas. Por otra parte, las jornadas informativas sobre descarbonización de la flota y buques autónomos despertaron gran interés en el sector.