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Salud mental
Prevenir conductas por acoso
27/11/2025
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ISM al día
Antonio Pamos de la Hoz

El entorno laboral en el sector marítimo enfrenta desafíos particulares, entre ellos el acoso por razón de género, un problema que afecta tanto a las víctimas como a la calidad del ambiente laboral. Las características propias del trabajo en el mar, como los espacios reducidos y la convivencia forzada, facilitan situaciones de acoso de género, que incluyen acoso verbal, físico y psicológico. El acoso por género, basado en estereotipos degradantes, afecta la salud mental causando ansiedad, depresión, insomnio, aislamiento y fatiga, perjudicando el desempeño y bienestar laboral. Para prevenir el acoso por género, se proponen políticas de tolerancia cero, campañas de concienciación y formación.
El entorno laboral en el mar presenta desafíos únicos que afectan a sus trabajadores de manera particular. Entre estos desafíos se encuentra la prevención del acoso por razón de género, un problema que no solo daña a las víctimas, sino que también compromete la calidad del entorno y laboral. Este artículo tiene como propósito describir el acoso por razón de género, sus consecuencias y describir algunas acciones para su prevención que creen un ambiente laboral seguro, inclusivo y respetuoso.
El sector marítimo ha sido históricamente dominado por los hombres, con una representación femenina extremadamente baja, aproximadamente un 2% de la población mundial (Organización Internacional Marítima, 2003). La mayoría de las mujeres despeñan su trabajo en el sector servicios de la industria del crucero, en la que tienen peores salarios, peores puestos de trabajo, con una mayor precariedad laboral y peor estatus. Estos factores junto con las condiciones laborales propias de trabajar en el sector marítimo (largas jornadas de trabajo, los espacios físicos reducidos, la forzada convivencia, alta carga de trabajo, etc.) constituyen un perfecto caldo de cultivo para que se produzcan situaciones de acoso por razón de género. Pero antes de adentrarnos con mayor detalle en los aspectos del acoso debido a la desigualdad de género conviene hacer un breve recorrido por lo que se entiende por género y acoso por género.
El género es una construcción social y cultural que abarca los roles, comportamientos y atributos que la sociedad asigna a hombres y mujeres. A diferencia del sexo, que comprende las características biológicas que definen al ser humano como hombre o mujer (Organización Mundial de la Salud), el género es construido.
El género es el resultado de un proceso de socialización mediante el cual la persona interioriza las características, rasgos y comportamientos deseables de su condición. La visión tradicional se configuraba en torno a dos modelos normativos sociales, opuestos y complementarios, de femenino-masculino en función del sexo biológico. La realidad actual nos muestra que el género hoy es un concepto dinámico, existiendo una diversidad de identidades de género como personas cisgénero, transgénero, queer, no binario, entre otros.
El acoso en función del género se entiende a cualquier comportamiento no deseado basado en el género de una persona que resulta degradante, humillante u ofensivo y que atenta contra la dignidad de esta. Frente al acoso sexual que tiene una naturaleza claramente sexual, las manifestaciones del acoso por género pueden ser muy variadas y responden a los roles, estereotipos, prejuicios y “mandatos” de género que describen lo que es ser una mujer y hombre, también en el ámbito laboral. Prescriben y definen los trabajos apropiados y no apropiados según seas hombre o mujer, sancionando y discriminando aquello que se desavía de la norma.
El predomino de un código claramente masculino y muy jerarquizado, junto con los prejuicios y estereotipos que habitan en el sector marítimo facilitan situaciones de acoso. Un primer informe sobre las mujeres en el sector marítimo llevado a cabo por la Organización Marítima Internacional (OMI) junto con la Asociación Internacional de Mujeres en el Sector del Comercio y el Transporte Marítimo (WISTA) en el año 2021 encontró que el 60% de las mujeres se habían sentido discriminadas por motivos de género, y un 29% de las encuestadas había sufrido episodios de acoso e intimidación a bordo. El estudio refleja las distintas modalidades de acoso que las mujeres sufren:
Las principales consecuencias en la salud mental son autoestima baja e inseguridad; problemas de sueño; cambios en el apetito; irritabilidad y agresividad; aislamiento social; síntomas psicosomáticos; problemas de concentración y memoria y depresión o ansiedad.
Todos estos síntomas amenazan el bienestar y la satisfacción laboral comprometiendo el desempeño laboral de la mujer en su puesto de trabajo. La falta de iniciativa e inhibición puede suponer un freno a su desarrollo profesional, y una menor productividad. La fatiga crónica, causada por la falta de sueño, disminuye la capacidad de concentración y aumenta la probabilidad de cometer errores. La irritabilidad y los conflictos interpersonales crean un ambiente de trabajo hostil que dificulta la colaboración y enturbia el clima laboral.
El aislamiento social, dificulta la elaboración de redes de apoyo eficaces. En resumen, el acoso hacia las mujeres no solo afecta la salud mental de las mujeres, sino que también tiene un impacto negativo en el entorno laboral.
¿Cómo se puede prevenir el acoso por razón de género? Desarrollar políticas, medidas, estrategias y guías preventivas en el sector marítimo son sin duda acciones necesarias para frenar el acoso por género. Distintas organizaciones como la Organización Marítima Internacional (OMI) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) junto con gobiernos, compañías navieras y armadores, etc., elaboraron recientemente una serie de recomendaciones que incluían cambios en la legislación, campañas de concienciación, formación específica sobre violencia y acoso con información clara de los comportamientos de acoso e intimidación y sus respuestas disciplinarias.
Se incrementan también esfuerzos para desarrollar un liderazgo comprometido con una tolerancia cero al acoso y la protección de las víctimas creando espacios y canales seguros de denuncia y protección a las víctimas. Además, se ha apostado por la creación de dispositivos especializados de atención a las mujeres que sufren acoso e intimidación.
Estas medidas junto con otras ya previamente instauradas que tratan, no solo de erradicar el acoso hacia las mujeres, sino de reducir la desigualdad de género del sector marítimo son lentas en la consecución de sus objetivos. Si bien todas ellas son necesarias, el verdadero potencial de la prevención del acoso hacia las mujeres radica en la revisión y cuestionamiento profundo de los roles y mandatos asociados a nuestra identidad de género (hombres y mujeres).
Solo la puesta en duda de las creencias, valores y actitudes interiorizadas y atribuidas a nuestra condición de hombre o mujer y que validan y sostienen las conductas de acoso, nos permitirá tratar, respetar y reconocer la igualdad de géneros permitiendo así entornos de trabajo verdaderamente igualitarios, inclusivos y libres de acoso hacia las mujeres por el mero hecho de serlo.
Situaciones de acoso y discriminación por género afectan gravemente la salud mental de las mujeres.
Baja autoestima e inseguridad. Las mujeres que sufren acoso de género experimentan una disminución significativa en su autoestima y confianza, desarrollando sentimientos de ineficacia personal y desesperanza.
Problemas de sueño. El estrés y la ansiedad causados por el acoso alteran los patrones de sueño, provocando insomnio, despertares frecuentes o sueño excesivo como forma de escape.
Cambios en el apetito. El acoso puede desencadenar cambios en los hábitos alimenticios, llevando a pérdida de apetito y peso no saludable o, por el contrario, a un aumento de peso debido a la comida como forma de escape.
Irritabilidad y agresividad. Las víctimas de acoso presentan irritabilidad y reacciones emocionales intensas, encontrando difícil controlar sus emociones y reaccionando de manera exagerada a situaciones cotidianas.
Aislamiento social. El acoso lleva a las mujeres a aislarse socialmente de sus compañeros de trabajo, limitando las oportunidades de establecer relaciones sociales.
Síntomas psicosomáticos. El acoso de género puede manifestarse a través de síntomas psicosomáticos como dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, dolores musculares y fatiga generalizada.
Problemas de concentración y memoria. El estrés y la ansiedad crónicos afectan la capacidad de concentración y memoria, dificultando el enfoque en tareas, olvidando detalles importantes y cometiendo errores con mayor frecuencia.
Depresión y ansiedad. La exposición continua al acoso de género puede llevar a trastornos de salud mental graves, como depresión y ansiedad, con sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza, inquietud y preocupación constante.
➡ Leer más en el número 661 del mes de diciembre de la revista Mar
El entorno laboral en el mar presenta desafíos únicos que afectan a sus trabajadores de manera particular. Entre estos desafíos se encuentra la prevención del acoso por razón de género, un problema que no solo daña a las víctimas, sino que también compromete la calidad del entorno y laboral. Este artículo tiene como propósito describir el acoso por razón de género, sus consecuencias y describir algunas acciones para su prevención que creen un ambiente laboral seguro, inclusivo y respetuoso.
Género y acoso
El sector marítimo ha sido históricamente dominado por los hombres, con una representación femenina extremadamente baja, aproximadamente un 2% de la población mundial (Organización Internacional Marítima, 2003). La mayoría de las mujeres despeñan su trabajo en el sector servicios de la industria del crucero, en la que tienen peores salarios, peores puestos de trabajo, con una mayor precariedad laboral y peor estatus. Estos factores junto con las condiciones laborales propias de trabajar en el sector marítimo (largas jornadas de trabajo, los espacios físicos reducidos, la forzada convivencia, alta carga de trabajo, etc.) constituyen un perfecto caldo de cultivo para que se produzcan situaciones de acoso por razón de género. Pero antes de adentrarnos con mayor detalle en los aspectos del acoso debido a la desigualdad de género conviene hacer un breve recorrido por lo que se entiende por género y acoso por género. El género es una construcción social y cultural que abarca los roles, comportamientos y atributos que la sociedad asigna a hombres y mujeres. A diferencia del sexo, que comprende las características biológicas que definen al ser humano como hombre o mujer (Organización Mundial de la Salud), el género es construido.
El género es el resultado de un proceso de socialización mediante el cual la persona interioriza las características, rasgos y comportamientos deseables de su condición. La visión tradicional se configuraba en torno a dos modelos normativos sociales, opuestos y complementarios, de femenino-masculino en función del sexo biológico. La realidad actual nos muestra que el género hoy es un concepto dinámico, existiendo una diversidad de identidades de género como personas cisgénero, transgénero, queer, no binario, entre otros.
Acoso por género
El acoso en función del género se entiende a cualquier comportamiento no deseado basado en el género de una persona que resulta degradante, humillante u ofensivo y que atenta contra la dignidad de esta. Frente al acoso sexual que tiene una naturaleza claramente sexual, las manifestaciones del acoso por género pueden ser muy variadas y responden a los roles, estereotipos, prejuicios y “mandatos” de género que describen lo que es ser una mujer y hombre, también en el ámbito laboral. Prescriben y definen los trabajos apropiados y no apropiados según seas hombre o mujer, sancionando y discriminando aquello que se desavía de la norma. El predomino de un código claramente masculino y muy jerarquizado, junto con los prejuicios y estereotipos que habitan en el sector marítimo facilitan situaciones de acoso. Un primer informe sobre las mujeres en el sector marítimo llevado a cabo por la Organización Marítima Internacional (OMI) junto con la Asociación Internacional de Mujeres en el Sector del Comercio y el Transporte Marítimo (WISTA) en el año 2021 encontró que el 60% de las mujeres se habían sentido discriminadas por motivos de género, y un 29% de las encuestadas había sufrido episodios de acoso e intimidación a bordo. El estudio refleja las distintas modalidades de acoso que las mujeres sufren:
- Acoso verbal: Aproximadamente el 70% de las mujeres reportaron haber sufrido acoso verbal (insultos, amenazas y comentarios despectivos).
- Acoso físico: Alrededor del 30% de las mujeres mencionaron haber experimentado algún tipo de acoso físico, como contacto no deseado y agresiones físicas.
- Acoso psicológico: El 60% de las mujeres marinas indicaron haber enfrentado acoso psicológico, que abarca exclusión deliberada, intimidación y manipulación emocional.
Consecuencias
Las principales consecuencias en la salud mental son autoestima baja e inseguridad; problemas de sueño; cambios en el apetito; irritabilidad y agresividad; aislamiento social; síntomas psicosomáticos; problemas de concentración y memoria y depresión o ansiedad. Todos estos síntomas amenazan el bienestar y la satisfacción laboral comprometiendo el desempeño laboral de la mujer en su puesto de trabajo. La falta de iniciativa e inhibición puede suponer un freno a su desarrollo profesional, y una menor productividad. La fatiga crónica, causada por la falta de sueño, disminuye la capacidad de concentración y aumenta la probabilidad de cometer errores. La irritabilidad y los conflictos interpersonales crean un ambiente de trabajo hostil que dificulta la colaboración y enturbia el clima laboral.
El aislamiento social, dificulta la elaboración de redes de apoyo eficaces. En resumen, el acoso hacia las mujeres no solo afecta la salud mental de las mujeres, sino que también tiene un impacto negativo en el entorno laboral.
Cómo prevenirlo
¿Cómo se puede prevenir el acoso por razón de género? Desarrollar políticas, medidas, estrategias y guías preventivas en el sector marítimo son sin duda acciones necesarias para frenar el acoso por género. Distintas organizaciones como la Organización Marítima Internacional (OMI) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) junto con gobiernos, compañías navieras y armadores, etc., elaboraron recientemente una serie de recomendaciones que incluían cambios en la legislación, campañas de concienciación, formación específica sobre violencia y acoso con información clara de los comportamientos de acoso e intimidación y sus respuestas disciplinarias.Se incrementan también esfuerzos para desarrollar un liderazgo comprometido con una tolerancia cero al acoso y la protección de las víctimas creando espacios y canales seguros de denuncia y protección a las víctimas. Además, se ha apostado por la creación de dispositivos especializados de atención a las mujeres que sufren acoso e intimidación.
Estas medidas junto con otras ya previamente instauradas que tratan, no solo de erradicar el acoso hacia las mujeres, sino de reducir la desigualdad de género del sector marítimo son lentas en la consecución de sus objetivos. Si bien todas ellas son necesarias, el verdadero potencial de la prevención del acoso hacia las mujeres radica en la revisión y cuestionamiento profundo de los roles y mandatos asociados a nuestra identidad de género (hombres y mujeres).
Solo la puesta en duda de las creencias, valores y actitudes interiorizadas y atribuidas a nuestra condición de hombre o mujer y que validan y sostienen las conductas de acoso, nos permitirá tratar, respetar y reconocer la igualdad de géneros permitiendo así entornos de trabajo verdaderamente igualitarios, inclusivos y libres de acoso hacia las mujeres por el mero hecho de serlo.
Silencio, miedo, desigualdad
Situaciones de acoso y discriminación por género afectan gravemente la salud mental de las mujeres.
Baja autoestima e inseguridad. Las mujeres que sufren acoso de género experimentan una disminución significativa en su autoestima y confianza, desarrollando sentimientos de ineficacia personal y desesperanza.
Problemas de sueño. El estrés y la ansiedad causados por el acoso alteran los patrones de sueño, provocando insomnio, despertares frecuentes o sueño excesivo como forma de escape.
Cambios en el apetito. El acoso puede desencadenar cambios en los hábitos alimenticios, llevando a pérdida de apetito y peso no saludable o, por el contrario, a un aumento de peso debido a la comida como forma de escape.
Irritabilidad y agresividad. Las víctimas de acoso presentan irritabilidad y reacciones emocionales intensas, encontrando difícil controlar sus emociones y reaccionando de manera exagerada a situaciones cotidianas.
Aislamiento social. El acoso lleva a las mujeres a aislarse socialmente de sus compañeros de trabajo, limitando las oportunidades de establecer relaciones sociales.
Síntomas psicosomáticos. El acoso de género puede manifestarse a través de síntomas psicosomáticos como dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, dolores musculares y fatiga generalizada.
Problemas de concentración y memoria. El estrés y la ansiedad crónicos afectan la capacidad de concentración y memoria, dificultando el enfoque en tareas, olvidando detalles importantes y cometiendo errores con mayor frecuencia.
Depresión y ansiedad. La exposición continua al acoso de género puede llevar a trastornos de salud mental graves, como depresión y ansiedad, con sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza, inquietud y preocupación constante.
➡ Leer más en el número 661 del mes de diciembre de la revista Mar
Antonio Pamos de la Hoz
Doctor en Psicología de la UCJC
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