S.O.S. Orcas a estribor
Marina mercante
Los científicos desconocen el motivo por el que desde hace dos años varios grupos de orcas persiguen a los veleros, mordiendo sus timones hasta romperles la dirección. Incluso, al hablar del tema, prefieren utilizar el término “interacción” al de “ataque” ya que aseguran, como lo hacen quienes han vivido estos encuentros, que “si las orcas quisieran o fueran con malas intenciones podrían volcarles o provocar vías de agua importantes con facilidad”. De hecho, en ningun caso se ha detectado espíritu vengativo por parte de los animales.
Alfredo López de la Coordinadora para el Estudio de Mamíferos Marinos (Cemma) asegura que, “hay seis grupos de orcas, en los que 15 individuos son interactuantes. Se trata mayoritariamente de ejemplares jóvenes, entre las que se encuentra también una orca adulta”.
Los navegantes tienen miedo. En parte, por la mala fama que acompaña a las “ballenas asesinas” pero también porque las interacciones no cesan y se repiten, lo que les hace creer que las orcas podrían estar desarrollando comportamientos que ponen en peligro la navegación y los tripulantes.
¿POR QUÉ ESTAS INTERACCIONES?
Las interacciones de orcas con embarcaciones se han dado siempre; sobre todo con pesqueros que capturan atún. De hecho, la migración de estos cetáceos sigue la ruta de los túnidos. Pero, los encuentros con veleros eran completamente desconocidas hasta el verano de 2020.
Este año, la aparición de las orcas se ha adelantado. En el centro de Salvamento Marítimo en Fisterra (A Coruña), han sido 18 las embarcaciones que han solicitado auxilio, mientras que en el de Tarifa (Cádiz), 14 naves han necesitado de la asistencia de Sasemar.
Dado que algunas orcas muestran cicatrices en su cuerpo, se especuló que podían haber sido heridas y actuaban así por venganza (idea que se ha ido descartando con el tiempo). Algunos navegantes piensan que la proliferación de empresas dedicadas al avistamiento de cetáceos ha hecho que las orcas se acerquen más e incluso hay quienes creen que, dado que la forma del timón es parecida a la aleta dorsal de un tiburón, las orcas podían estar confundidas. La tesis más extendida es la de que son animales simpáticos y quieren juguetear con las ondas que se crean en la popa.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
La coexistencia de leyes que protegen a las orcas y de normas que regulan la seguridad en el mar dificulta el entendimiento. Por ello, se puso en marcha un estudio, liderado por la Coodinadora CEMMA, para esclarecer a qué se debe estos comportamientos. Además, el Grupo Orca Atlántica en el que también participa la Coordinadora, ha elaborado un protocolo para garantizar la seguridad de las partes implicadas.
Se recomienda evitar la navegación nocturna y las zonas donde haya orcas. No hacer ruido, apagar los sistemas de radio, dar marcha atrás, no aumentar la velocidad, apagar motores, pedir auxilio en caso de quedar a la deriva y reportar el encuentro, manteniendo la calma y sin alterar a los animales.
Las medidas no convencen. El presidente de la Asociación Nacional de Patrones Profesionales de Embarcaciones de Recreo (ANPPER), José Mª Beltrán, asegura que “lo último que aconsejaríamos es dejar una embarcación sin gobierno” y afirma estar trabajando en un documento “que beneficie a todos”.
Mientras, son muchos los navegantes que relatan en sus perfiles sociales si encuentran o no orcas en sus travesías y los expertos recomiendan consultar la página www.orcaiberica.org donde, en el apartado “últimas interacciones” se cuelgan los lugares en los que recientemente se han visto estos cetáceos.