Si pensamos en cuáles son las fechas más importantes para el sector pesquero, probablemente diríamos que aquéllas en las que el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la UE (Agrifish) decide las cuotas y TAC para el año venidero. Por ello, los pasados 9 y 10 de diciembre nos trasladamos a Bruselas para vivir con ellos el desarrollo de las negociaciones a las que el ministro Luis Planas ha calificado como las más “difíciles y complejas” desde que ocupa el cargo.

El último Consejo de Ministros Agrifish del año, con una nueva Comisión y aún bajo presidencia húngara, se desarrolló como el ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, había previsto. “Va a ser una negociación compleja ya que son muchos stocks los que vamos a tratar. En relación con el Atlántico las cosas van en buena dirección, lo mismo que las negociaciones con Reino Unido y Noruega. Con ICCAT se han producido reuniones interesantes respecto al patudo y con NAFO en cuanto al bacalao. Por lo tanto, una perspectiva globalmente positiva. Por desgracia, no puedo decir lo mismo del Mediterráneo”, dijo al comienzo del encuentro.
 

El 27 de noviembre, la Comisión adoptó un mandato sobre las pesquerías en este mar que resulta “inaceptable” para el sector, al no tener en cuenta los esfuerzos realizados por los pescadores en los últimos cinco años, reduciendo hasta en un 40% el número de días de trabajo y poniendo en peligro el necesario equilibrio entre rentabilidad y sostenibilidad. 

El ministro español se mostró “sorprendido” por esta propuesta “tan radical y desenfocada”, más cuando la propia presidenta Von der Leyen incidió, ante el Parlamento Europeo y en las cartas de misión a los comisarios, en la necesidad de llegar a acuerdos compartidos en esta transición con el sector primario.

De la mano de Francia e Italia, España acudía a la cita del día 9 de diciembre con la esperanza de neutralizar la propuesta de la Comisión o, de lo contrario, intentar hacer un bloqueo con el suficiente número de países cuya población global representara el 35% del total de la Unión. “Vamos a intentar buscar una solución constructiva y positiva. Solo aprobaremos un acuerdo que preserve los intereses de nuestros pescadores”, señaló Planas.
 

Mientras los ministros debatían, el comisario Costas Kadis se reunía a instancias de la presidenta de la Comisión de Pesca en el Parlamento Europeo, Carmen Crespo, con representantes españoles del sector. Según Basilio Otero, presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP), el comisario mostró  “su voluntad para ayudarnos con este entuerto que le ha dejado el equipo de Virginijus Sinkevicius pero, tras consultar a los servicios jurídicos, nos ha dicho que debe presentar el documento para no incumplir el mandato de la Comisión y del Parlamento”. En la reunión, Costas Kadis les pidió ser “imaginativos ante la propuesta de medidas técnicas para bonificar la reducción de días de pesca planteada”, que pasaba de 130 a 27 al año. “Lo que pedimos al ministro es que considere el bloqueo con otros países. Esperemos que Francia no se descuelgue porque estamos un poco en la cuerda floja y preocupados por la situación”, señaló Otero.

Esa misma mañana, decenas de pescadores del Mediterráneo se manifestaban ante la oficina de la Comisión Europea en Madrid exigiendo la dimisión de la directora de la DG Mare, Charlina Vitcheva.

Pasaban las horas y la incertidumbre, el nerviosismo y la preocupación comenzaban a reflejarse en el rostro de los españoles reunidos en Bruselas en el hotel Thon, a pocos metros de las instituciones comunitarias. En este establecimiento, los representantes de los países con intereses pesqueros se reúnen en corrillos intentando averiguar qué pasa en el Consejo. De España encontramos representantes de las cinco comunidades autónomas del Mediterráneo más Galicia, de la FNCP, Europêche, Cepesca, CCOO y de la organización ecologista, Oceana.

A las 22:30, el ministro Planas llegó al hotel Thon, junto a su equipo negociador, para informar al sector. “Nos tratan como delincuentes”, se quejaba Francisco Catalá, patrón mayor de la cofradía de Calpe. Por su parte, Remedios Ruso, presidenta de la Asociación de Armadores de Santa Pola preguntaba “¿qué decimos a nuestros pescadores?”, “que seguimos negociando”, contestó Planas.

SEGUNDO DÍA, CLAVE
 

El día 10 de diciembre amaneció gris y frío, lo que no impidió a los pescadores manifestarse de nuevo en Madrid y también en Bruselas.
La mañana transcurrió sin novedades hasta que, a última hora de la tarde, corrió el rumor de que Francia -con una pequeña flota en el Mediterráneo- se descolgaba de la negociación, dejando a España e Italia en solitario. 

La noticia llenó de incertidumbre al sector que esperaba noticias, sin salir ni tan siquiera a cenar fuera del hotel. Tan solo el partido del Real Madrid contra el Atalanta les hacía pensar en otras cosas.

Casi a medianoche volvieron los corrillos y el nerviosismo al filtrarse un primer borrador del acuerdo y, entrada ya la madrugada, el ministro y su equipo les comunicaron el resultado de la negociación.

Manifiestamente satisfecho, Planas señaló “hemos conseguido neutralizar, con el apoyo hasta el final de Italia, la propuesta de la Comisión de reducir los días de pesca a cambio de la adopción de mecanismos de compensación por parte de la flota”. Son 12 medidas de las que seis nos afectan directamente: el cambio de mallas, que pasan de 40 a 45 mm en la costera y de 45 a 50 mm en la gamba de profundidad, más una reducción del 10% en las capturas de esta especie; el establecimiento de tres paradas biológicas y la introducción de puertas voladoras en los barcos. Tan solo con la adopción de los cambios de redes ya se recuperaría el 80% de los días de pesca, quedando como hasta ahora. Las inversiones, aseguran desde el MAPA, serán financiables en su totalidad.

Para el secretario general de Cepesca, Javier Garat, el resultado del acuerdo “es una vuelta de tuerca más al sector, que ya está al límite. La gente está frustrada. No entiende las normas de la Comisión acabando con la pesca en el Mediterráneo. No todos van a poder asumir el coste de las medidas”. Por su parte, Juan Manuel Trujillo, de ITF Pesca, considera que el acuerdo ha generado “incertidumbre, dudas y mucha preocupación. Hace falta una inyección económica y que el sector tenga músculo financiero”.

TAC Y CUOTAS EN CIFRAS
 

Como hemos señalado, Luis Planas considera que los resultados obtenidos en las negociaciones del Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea son satisfactorios en términos generales.

Las capturas para el Atlántico han cubierto las expectativas con las que la delegación española viajaba a Bruselas, con subidas para rape, jurel y cigala, mientras que los acuerdos bilaterales con Reino Unido y Noruega también han supuesto mejores cifras para España que en años anteriores.
En cuanto al Mediterráneo se ha frenado la propuesta de recorte del 79% de los días de pesca. Se podrán mantener las condiciones de 2024 mediante la aplicación de medidas de sostenibilidad.

Con la cigala se han conseguido mantener las cuotas en el golfo de Cádiz y un incremento superior al cien por cien en el golfo de Vizcaya sur que compensa el descenso del  25% en zonas más alejadas de la costa del golfo.

El abadejo mantiene su cuota en 388 T en las tres zonas con posibilidades de pesca. En la misma línea la merluza, 10.953 T, permitirá a las flotas del Cantábrico y golfo de Cádiz mantener su actividad.

Desde el MAPA se congratulan de que en esta ocasión los datos socioeconómicos aportados por España han servido para modificar al alza algunas de las propuestas iniciales de la Comisión Europea.

En el lado positivo de la balanza están el gallo, que incrementa en casi un 23% sus posibilidades de pesca subiendo a 4 T; la misma cifra para el rape, que incrementa en casi un 17% las posibilidades de pesca respecto a 2024.

Buenas noticias también para ell bacalao, ya que la flota gallega se beneficiará del aumento de un 3% de las cuotas en aguas noruegas, lo que en cifras se traduce en 2.617 T. La misma flota mantiene la cuota de gallineta en 106 T.

En cuanto a los 90 barcos del Cantábrico que habitualmente pescan en aguas compartidas con Reino Unido la lectura es agridulce. Descienden la mayoría de cuotas de cigala, gallo y jurel en mar del Norte, maruca, merluza y rapes en golfo de Vizcaya e Irlanda. En el lado contrario de la balanza vuelve a abrirse la pesquería de jurel con 15.470 T en el resto de zonas. También hay un incremento notable, 167,19%, de cuota de rape en Feroe, Azores y Groenlandia. Las rayas mantienen sus posibilidades en la mayoría de las delimitaciones salvo en el mar Céltico que suben un 16%.

Además, también se han negociado bolsas para especies de interés para España de las que inicialmente carecemos de cuotas, stock para aguas profundas y TAC para España a través de negociaciones multilaterales con otros estados costeros. Después de tres décadas, la flota gallega podrá volver a Terranova a pescar bacalao gracias a la cuota de 125 T obtenida.

En cuanto al atún, negociado en el seno de ICCAT, se ha conseguido un aumento de 86 T para el patudo, a repartir entre los atuneros cañeros, cerqueros congeladores, flota canaria artesanal y palangreros de superficie. El palangre gallego podrá pescar este año 6.097 T de pez espada.

Ver número 651 de Revista MAR