TRAS EL ACUERDO CULMINADO CON EL REINO UNIDO

Continuidad en los recortes

01/02/2022

Pesca

Patricia Romero Alonso
Arrastreros en puerto británico de Newlyn

El Consejo de Ministros de la Unión Europea daba el visto bueno final al acuerdo de los totales admisibles de capturas (TAC) y las cuotas pesqueras compartidas para 2022 con Reino Unido a finales de año, un tratado que, según palabras del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, “dota de la necesaria estabilidad a la flota española para que pueda realizar una correcta planificación de su actividad” ya que la prórroga por tres meses, como ocurrió en 2021, no dota de la estabilidad que siempre demanda el sector.

Además de fijar las posibilidades de pesca, el acuerdo incluye solicitudes de asesoramiento científico para la futura gestión de algunas especies, flexibilidad, medidas técnicas o intercambios de cuotas entre ambas partes.

El acuerdo fija los derechos de pesca para unas cien poblaciones de peces compartidas en las aguas de la UE y del Reino Unido, zonas en el Atlántico y el mar del Norte. Este es el segundo año en el que se llega a un acuerdo tras la salida efectiva del Reino Unido de la Unión, a diferencia del pasado ejercicio, las negociaciones sobre las poblaciones de peces compartidas han sido más fluidas lo que sienta un buen precedente para futuros acuerdos. 

A falta de los trámites administrativos pertinentes para la transposición de este acuerdo a la legislación comunitaria a través del Reglamento anual de TAC y cuotas, el acuerdo entrará en vigor con efecto retroactivo desde el 1 de enero.


 

EL ACUERDO EN CIFRAS

Europa y Reino Unido pactaron un TAC de 44.268T, frente a las 55.335T que fijaron para 2021. Hay estabilidad en los porcentajes de distribución, con un incremento a favor de los pescadores británicos que recibirán este año el 19,96% (8.831T). Europa repartirá entre su flota 35.437T.
La delegación española consiguió reducir ligeramente las peticiones de descenso de las cuotas de merluza, por lo que en líneas generales consideran que no ha sido un mal acuerdo, puesto que los niveles de captura fijados para las diferentes poblaciones de interés que se pescan en aguas de Francia, Irlanda y Reino Unido siguen las recomendaciones científicas disponibles pero minimizando las reducciones de algunas poblaciones de peces. 

Los científicos solicitaban una mayor reducción del TAC de merluza que finalmente se ha estabilizado en -20%, sin sobrepasar los rangos de sostenibilidad y en aplicación de las disposiciones del plan plurianual comunitario para las aguas occidentales.
La cuota de rape se incrementa un 8% en Gran Sol, aunque disminuye en un 20% en otras zonas como las aguas del oeste de Escocia. El gallo también se incrementa entre un 3% y un 7% en los distintos caladeros.

El resultado para aquellas especies para las que España no tiene asignación también es importante, bien para mantener la obligación de desembarque bien porque las puede adquirir mediante los mecanismos de intercambios (swaps).
Se mantienen los TAC de las especies de aguas profundas como besugos y alfonsinos, y en el caso de los bacalaos para el stock del oeste de Escocia se mantiene el TAC, mientras que en el mar Céltico se reduce en un 20%.
En cuanto al jurel del Cantábrico, se siguen las recomendaciones científicas de disminución del 12,6%. 


 

VALORACIONES DEL SECTOR

El presidente de la Federación Nacional de Cofradías, Basilio Otero resumía así los resultados del acuerdo: “Sube lo que no nos hace falta. Lo único bueno es que no están de acuerdo ni los ingleses. La burocracia un año después del Brexit para ellos es una decepción. Me comentan que han recuperado pescado pero no lo pueden vender. Cuentan que se sienten engañados porque ahora pueden pescar más pero los costes de venta son mayores y no les compensa. Sé que no es consuelo pero la situación es tan preocupante para los pescadores ingleses como para los europeos”.

Los armadores vascos de Ondarroa, con más de 20 embarcaciones que operan en las aguas compartidas, consideran que el acuerdo final para el 2022 es “nefasto” al incluir recortes en pesquerías claves para el sector, como son la merluza y el chicharro, que no se ven compensados con los ligeros aumentos en otras especies de menor importancia para la flota vasca. No consideran justo que en el acuerdo salga mucho más beneficiada la flota francesa que la española. La flota que opera en el Golfo de Bizkaia recibe 61.416T, un 12,5% menos que en el ejercicio anterior.
Los pescadores asturianos aseguran que ocho de las diez especies de interés para la flota cantábrica llevan cinco años disminuyendo paulatinamente sus cuotas, lo que finalmente les abocará a la ruina y al amarre. 

Desde Galicia se califica de “muy negativo” el acuerdo que producirá pérdidas superiores a los 93 millones de euros a su flota, muy afectado por el recorte tan grande que ha sufrido la merluza.  

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