LEANDRO AZKUE, DIRECTOR DE PESCA Y ACUICULTURA DE EUSKADI

“Hemos pasado por situaciones peores”

01/05/2023

Más Mar

Opinión

Patricia Romero Alonso
Leandro Azkue en la World Maritime Week de Bilbao celebrada en marzo de 2023

Leando Azkue ha pisado lonjas y puertos desde niño. Hijo, nieto y hermano de pescadores y armadores de bajura, este abogado guipuzcoano comenzó su carrera profesional como secretario de la Cofradía de Orio, desde donde pasó a ser director de Recursos Pesqueros de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa y de ahí el salto a la política. Ya lleva diez años al frente de la Dirección de Pesca y Acuicultura del Gobierno Vasco desde donde trata de ejercer de puente entre el pescador y las distintas administraciones. Junto con las cofradías es artífice de un programa pionero para embarcar, con prácticas remuneradas en pesqueros, a jóvenes estudiantes de los grados de Puente y Máquinas.

¿SE VEN LAS COSAS DISTINTAS DESDE EL OTRO LADO DEL DESPACHO?
El gran desafío de las empresas de pesca de bajura es que el armador no es un empresario al uso, es un empresario profesional, la mayoría ha heredado el negocio de sus familiares y hay que compaginar el ser dueño de una empresa y a la vez trabajador. Conocer esa doble vertiente me ha servido ahora que estoy en la Administración para tener en cuenta que una empresa tiene que ser rentable, pero a su vez, hay que contar con los derechos del trabajador, su confort y su conciliación familiar. 

Desde la Administración, es lo que he tratado de hacer por el sector: ayudar al armador con la gestión de los Fondos Europeos y haciendo todo lo posible para que esa empresa sea rentable, sin descuidar la parte social, y viendo cuáles son las necesidades y problemas que tienen los pescadores para mejorar sus condiciones de trabajo y seguridad. 

¿EN QUÉ MEDIDA LAS ADMINISTRACIONES AYUDAN O COMPLICAN LA VIDA AL PESCADOR?
La actividad pesquera es una de las actividades con mayor planificación y legislación que existe y eso hace que las estructuras en tierra tengan un elevado nivel de trabajo que hace que estén muy tensionadas. Hay que estar muy preparado y tener un conocimiento de idiomas y de leyes para estar al tanto de las propuestas de Bruselas, a nivel central y a nivel de la comunidad autónoma también. 
Los pescadores nos trasladan su preocupación pero les digo que, desgraciadamente, es lo que hay. Tienen que estar a la última y listos para cualquier modificación que les vaya a afectar no solo en pesca sino en otras materias, como por ejemplo la planificación espacial.

Siempre en el ámbito competencial nuestro, tratamos de ayudar, porque casi todas las competencias en pesca las tenemos cedidas a Europa, y eso a veces es complicado de entender y más aún de explicar al sector cuando las decisiones se toman en Bruselas. Mi papel es estar un poco en la mitad de las decisiones, de ser el engranaje entre quien las toma y quien entre comillas las sufre. Tratar de convencer a la Comisión de que en la teoría esas medidas quedan muy bien pero en la parte práctica son decisiones inaplicables. En ese balance andamos todas las comunidades autónomas y también el Estado, ya que la política pesquera se puede decir que es puramente europea.

Leandro Azkue sostiene en sus manos un puñado de boquerones frescos
Leandro Azkue sostiene en sus manos un puñado de boquerones frescos

¿CUÁL SERÍA EN ESTOS MOMENTOS LA FOTOGRAFÍA DE LA FLOTA PESQUERA VASCA?
A día de hoy es una flota muy reducida en número, algo muy similar a lo que ocurre en el resto de comunidades autónomas con costa, pero es una fotografía de riqueza inmensa por la variedad y pluralidad de oficios y artes de pesca que ejerce la flota vasca, que es impresionante. Disponemos de unas 72 embarcaciones de pesca artesanal, inferiores a 12 metros, con una o dos personas a bordo. Luego una flota de bajura polivalente, barcos palangreros, de 12 hasta 24 metros que pescan caballa con anzuelo en primavera y bonito en verano al curricán. Otros 40 cerqueros que en verano pescan bonito del norte con cebo vivo, en barcos de más de 24 metros con 16 tripulantes y en primavera van a la caballa, anchoa, jurel y sardina.

Luego está la flota de arrastre, apenas tenemos pincheros, en Ondarroa hay cuatro o cinco. El resto, unos 14, son arrasteros de litoral, pescan a la pareja a lo largo de toda la costa cantábrica y luego la flota de Gran Sol que va desde Francia hasta el norte de Escocia.
Finalmente están los grandes atuneros congeladores, unos 60, que pescan en el Atlántico, Índico y Pacífico. La mitad con bandera española y el resto con otras banderas, pero con capital y armador vasco o gallego como Jealsa y Calvo. Además, tenemos dos bacaladeros que pescan en Noruega y Svalbard.

¿QUÉ SE ESTÁ HACIENDO EN EUSKADI PARA FOMENTAR EL RELEVO GENERACIONAL?
Tenemos tres escuelas con cuatro ciclos de grado medio y superior de Puente y Máquinas y están completos, en Galicia me consta que también. No hay escasez de alumnos ya que afortunadamente esa formación tiene un amplio abanico de salidas laborales.
Al inicio de la legislatura hicimos un estudio y nos dimos cuenta de que la pesca no era una prioridad para los alumnos y que el principal motivo era el desconocimiento. Se matriculan porque les gusta el mar, el mundo marino, pero muchas veces lo tienen idealizado por las películas sin tener una idea clara de lo que es el mundo de la pesca. Eso nos chocó, ya que Euskadi ha sido, y es, un país eminentemente pesquero con un gran arraigo cultural en la pesca. Vimos que las nuevas generaciones no tenían un conocimiento real de lo que era un barco de pesca, de sus actividades, de lo que se pesca y cómo, o de cuántos días se está fuera y cuáles son las actuales condiciones de vida. 

De ahí surgió el Proyecto Itsasoratu (Embárcate) junto a las dos federaciones de bajura para posibilitar que entre el primer y segundo curso, los alumnos pasasen su mes de vacaciones embarcados, haciendo prácticas mentorizadas por el patrón y cobrando 800 euros.
En un principio teníamos dudas: un chaval de 17 años sin cobertura y sin WhatsApp le pide al patrón que el barco dé la vuelta al segundo día. Los resultados fueron muy interesantes porque ellos mismos reconocen que echan en falta Internet el primer día, pero cuando se ponen a la faena con el resto de la tripulación se olvidaban.

Las reacciones han sido muy positivas. Muchos de los alumnos después en el segundo año eligen las prácticas en barcos pesqueros y hemos detectado que algunos se quedan. Lo que no hemos conseguido es que esos jóvenes se conviertan en armadores. Ese paso, de técnico cualificado de pesca o patrón, a empresario es nuestro reto, aunque tampoco tenemos la capacidad de maniobra que desearíamos porque los fondos europeos limitan qué, cuánto y a quién se puede ayudar en la compra de un barco.

¿EN LA MISMA LÍNEA TAMBIÉN REALIZAN FORMACIÓN PARA CERTIFICAR A LAS REDERAS?
Así es. Pusimos en marcha un dispositivo para conseguir una certificación de especialización en confección y reparación de redes. Nuestras rederas, empacadoras y neskatillas tienen una cierta edad y ya había pasado tiempo desde el último curso y por eso estamos organizando un nuevo dispositivo. Necesitábamos un número mínimo de alumnos, que ya se ha completado, así que ahora en octubre comienza la nueva formación con 12 personas. Estamos en contacto también con el Instituto Social de la Marina y si tenemos plazas disponibles las pondremos a disposición de otras comunidades autónomas.

Se trata de darles una titulación y visibilizar su trabajo. Con esta certificación se pueden presentar en el ISM y darse de alta en el Régimen del Mar.

Imagen tomada durante la entrevista concedida en Bilbao durante la World Maritime WeekImagen tomada durante la entrevista concedida en Bilbao durante la World Maritime Week

¿ES POSIBLE ENVIAR UN MENSAJE POSITIVO AL SECTOR CON LAS NOTICIAS QUE LLEGAN CASI A DIARIO DESDE LA UNIÓN EUROPEA?
Reconozco que es difícil, la actual coyuntura internacional no anima a nadie a implicarse, ni mucho menos a comprar, reformar o iniciarse en este oficio, o animar a sus hijos a seguir en él. Desde Bruselas los lobbies ecologistas, de alguna manera, hacen que el sector se sienta demonizado por sacar el pan de su familia del mar. Es difícil así trasladarles un mensaje de esperanza y ánimo. Es verdad que son situaciones convulsas y espero que, en uno o dos años en las elecciones europeas, haya una nueva Comisión. Tenemos los fondos FEMPA para ayudar al sector a modernizarse y hay que exprimirlos al máximo, para ello hay que ser flexibles en la interpretación de la aplicación del Reglamento.

Tampoco hay que perder de vista el tema de la descarbonización, hay que ver si los combustibles ecológicos pueden aplicarse a la flota pesquera, hay que sentarse a hablar y si hay una oportunidad cogerla al vuelo.

En el lado contrario están las cuotas de pesca, ahora no estamos mal, hemos pasado por situaciones peores. La flota tiene una capacidad de resiliencia brutal, es muy dinámica y lo ha demostrado a lo largo de estos años. Tenemos financiación europea, así que les pediría paciencia y ver lo que dan de sí estos nubarrones en un año. ¡Qué no se desanimen!, qué sigan en la brecha que es lo que siempre han hecho. Y que si tienen que tomar decisiones, las tomen a partir de 2024. 

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