Llega la transformación azul
Medio Ambiente
La Conferencia de Naciones Unidas sobre los Océanos 2022, celebrada en Lisboa, sirvió para abordar los retos a los que nos enfrentamos para proteger y mejorar la salud de nuestros mares y océanos. En la inauguración del encuentro, el secretario general de la ONU, António Guterres, explicó la situación de emergencia que vivimos al no “haberse valorado suficientemente el papel que desempeñan nuestros océanos”. Si bien reconoció que desde la última Conferencia de Nueva York de 2017 se han hecho avances como la negociación de nuevos tratados para hacer frente a la crisis mundial de los residuos plásticos o la realización de investigaciones científicas en concordancia con el Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible (2020-2030), aún queda mucho por hacer para que “ante una situación de emergencia oceánica como la actual, el rumbo de la marea pueda cambiar”. Para el secretario general de la ONU, “el fracaso en la protección de los océanos, tendrá un efecto dominó en toda la Agenda 2030”.
Guterres planteó cuatro acciones para revertir la situación actual. Por un lado, invertir en economías oceánicas sostenibles para la alimentación, energía renovable y medios de subsistencia con financiación a largo plazo ya que la gestión sostenible de los océanos podría ayudar a que los mares produjeran hasta seis veces más alimentos y generasen 40 veces más energía renovable que en la actualidad.
Por otro lado, replicar el éxito de los océanos. Esto significa que deben ser “modelo” para gestionar los bienes comunes globales en beneficio de todos pues las acciones para reducir la contaminación marina también pueden desarrollarse en tierra.
Un tercer punto tendría que ver con la protección de las personas cuya vida y subsistencia dependen de la salud de los ecosistemas marinos. Esta protección debe hacerse abordando el tema del cambio climático e invirtiendo en infraestructuras costeras resilientes al clima.
Por último, debemos abordar la ciencia y la innovación como motores para impulsar una nueva acción mundial sobre los océanos. En este sentido, Guterres animó a los Estados miembros a sumarse al objetivo de cartografiar el 80% de los fondos marinos para 2030.
El ministro Luis Planas con el director general de la FAO.
LUCHA CONTRA LA PESCA ILEGAL
El ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, encabezó la delegación española que acudió a Portugal. En el plenario de alto nivel de la Conferencia también subrayó la necesidad de apostar por la investigación científica para garantizar un uso sostenible de los recursos naturales y la conservación de los ecosistemas. Según Planas, “las decisiones en materia de gestión pesquera deben partir del mejor conocimiento científico sostenible”.
Luis Planas mostró la disposición española a liderar la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada a nivel mundial, señalando que nuestro país ha cumplido el Acuerdo sobre Medidas del Estado Rector del Puerto. Por otra parte, detalló que tenemos una amplia Red de Reservas Marinas de Interés Pesquero. Más de 102.000 hectáreas protegidas que demuestran que la pesca regulada y la mejora del estado biológico de las poblaciones son cosas compatibles.
El ministro Luis Planas con el director general de la FAO
“Conseguir unos océanos sanos y productivos es responsabilidad de todos”, dijo el titular del MAPA, mostrando su convencimiento de que cumpliremos los Objetivos ODS de Naciones Unidas ya que, “tanto el sector pesquero como el académico, la sociedad civil y los Estados miembros están comprometidos para hacer de la conservación y el uso sostenible de los recursos marinos un eje esencial de desarrollo”.
INFORME SOFÍA 2022
La FAO aprovechó la ocasión para presentar el Informe del Estado de la Pesca y la Acuicultura en el mundo 2022. Según Luis Planas, se trata de un estudio “muy oportuno” para conocer el estado de los stocks y las tendencias de la pesca y la acuicultura, a escala mundial y regional. “Un instrumento clave para promover una auténtica transformación azul, ya que sus datos facilitan la toma de las mejores decisiones de gestión pesquera”, dijo.
Pese a los importantes avances habidos en la producción de alimentos, el mundo no está en vías de acabar con el hambre y la malnutrición en todas sus formas para 2030. La degradación de los ecosistemas, una crisis climática cada vez más intensa y un incremento de la pérdida de la biodiversidad amenazan a las economías, al medio ambiente, a los empleos y a la seguridad alimentaria mundiales. Además, la pandemia y otras emergencias humanitarias han agravado la situación. En la actualidad, 811 millones de personas padecen hambre en el mundo y 3.000 millones no pueden permitirse tener una dieta saludable.
Los alimentos acuáticos gozan cada vez más de mayor reconocimiento por su papel en la seguridad alimentaria y la nutrición en todo el mundo, al ser fuente reconocida de proteínas y ácidos grasos omega-3 esenciales para la salud humana.
Según los datos del Informe Sofía, la producción pesquera y acuícola alcanzó en el año 2020 un récord histórico de 214 millones de toneladas, con un valor de 424.000 millones de USD. La producción de animales acuáticos creció más de un 60%, respecto a la media registrada en la década de 1990, superando considerablemente el crecimiento de la población mundial, algo que sobre todo se debe al incremento de la producción acuícola. Por otra parte, los datos demuestran que actualmente consumimos más alimentos acuáticos que nunca (en torno a 20,2 kg per cápita). Esto es, más del doble de lo que hacíamos hace 50 años.
A escala global, los alimentos acuáticos proporcionan aproximadamente el 17% de la proteína de origen animal, superando el 50% en varios países de Asia y África. El sector emplea, solo en la producción primaria, a unos 58,5 millones de personas, de las que aproximadamente el 21% son mujeres.
El director general de la FAO, QU Dongyu, insistió en que los océanos, ríos y lagos pueden ayudar a paliar el hambre en el mundo, pero solo “si utilizamos sus valiosos recursos de forma responsable, sostenible y equitativa”. La acuicultura, en este sentido, debe jugar y juega un papel esencial en la alimentación de la población mundial.
El Acuario de Lisboa fue uno de los escenarios de la Cumbre.
OBJETIVO 14 SOSTENIBILIDAD
Durante su intervención en la Conferencia, QU Dongyu analizó algunos de los progresos realizados para alcanzar el Objetivo 14 de Naciones Unidas, ya que la FAO es responsable de cuatro de sus metas y corresponsable en otras tres.
Respecto a la meta 14.4, que persigue el restablecimiento de las poblaciones de peces para que tengan su máximo rendimiento sostenible, dijo que, de momento, no se está alcanzando el objetivo previsto ya que el porcentaje de poblaciones capturadas a niveles sostenibles se redujo un 1,2%, entre 2017 y 2019. Sin embargo, si se pondera por volumen, el 82,5% de los desembarcos de pesca marina proceden de poblaciones biológicamente sostenibles, casi un 4% más desde la última evaluación.
En cuanto a la meta 14.6, cuyo propósito es eliminar las subvenciones que contribuyen a la sobrepesca y a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, indi
Las claves del Informe Sofia 2022
• La producción pesquera y acuícola mundial registra un récord histórico y el sector desempeñará una función cada vez más importante en el suministro de alimentos y nutrición en el mundo.
• La acuicultura tiene un gran potencial para alimentar y nutrir a la creciente población mundial, pero el crecimiento deber ser sostenible.
• El consumo mundial de alimentos acuáticos se ha incrementado significativamente en los últimos años y seguirá haciéndolo.
• Los recursos pesqueros siguen descendiendo debido a la sobrepesca, la contaminación y la mala gestión, entre otros factores, pero el número de desembarques de poblaciones biológicamente sostenibles va en aumento.
• La reducción del tamaño de la flota pesquera mundial continúa. Es necesario hacer más para minimizar el exceso de capacidad y garantizar la sostenibilidad de las operaciones pesqueras.
• Las previsiones indican que la producción de alimentos acuáticos crecerá otro 14% para 2030. Este crecimiento debe ir de la mano de la protección de los ecosistemas, la reducción de la contaminación, la preservación de la biodiversidad y la garantía de igualdad social.
• Millones de vidas y medios de subsistencia son apoyados por los sistemas alimentarios acuáticos. Sin embargo, muchos pequeños productores, especialmente las mujeres, son vulnerables con condiciones de trabajo precarias. Desarrollar su resiliencia es clave para la sostenibilidad y el desarrollo equitativo.
• Los sistemas alimentarios acuáticos son una solución poderosa. La transformación azul puede enfrentar los desafíos gemelos de la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental.
La transformación azul requiere un compromiso público y privado para cumplir la Agenda 2030 de la ONU, particularmente porque la pandemia de Covid-19 ha revertido tendencias que previamente eran favorables.
có que se estaba progresando gracias a instrumentos como el Acuerdo de Naciones Unidas sobre poblaciones de peces de 1995, el Código de Conducta para la Pesca Responsable de 1995 o el Acuerdo de la FAO de 2009 sobre medidas de Estado Rector de Puerto para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilícita.
Refiriéndose a la meta 14.7, que busca mayor contribución de la pesca en el PIB de los Estados menos desarrollados, el director general de la FAO dijo que hay que actualizar y mejorar las cadenas de valor de los alimentos acuáticos existentes pero vamos en la dirección adecuada para hacerlo. También ve una tendencia positiva en la protección de los derechos de los pescadores artesanales (que se contempla en la meta 14.b).En este sentido, cada vez son más los marcos nacionales que reconocen el papel de estos trabajadores, que representan el 90% de la mano de obra en el sector y producen el 40% de las capturas mundiales.
El Marco Estratégico de la FAO 2022-2031 apoya la transformación urgente de los sistemas agroalimentarios del mundo (incluidos los acuáticos) para lograr una mejor producción, mejor nutrición,un mejor medioambiente y mejor vida para todos, sin que nadie quede atrás. Para ello, promueve la Transformación Azul intensificansdo la acuicultura sostenible, ordenando eficazmente los recursos pesqueros y mejorando las cadenas de valor para mejorar la viabilidad social, económica y medioambiental de los sistemas alimentarios acuáticos. Algo que, según el director de la FAO, puede conseguirse en los plazos marcados por la Agenda 2030.