Sensación más agria que dulce
Pesca
No son buenos resultados pese a que la delegación española lo ha peleado e incluso, por primera vez, ha bloqueado y votado en contra de la propuesta para el Mediterráneo. Una votación en la que nuestro país sí aceptó las cuotas para el Atlántico, donde tras una ardua negociación se consiguió evitar reducciones más drásticas para la merluza sur, jurel, cigala y lenguado. La Comisión solicitaba una reducción de merluza superior al 18% que finalmente se ha quedado en el 8%.
El jurel ha sido uno de los grandes éxitos de la delegación española que ha conseguido revertir un descenso del más del 16% y finalmente aumentar la cuota en un 11%.El descenso en la caballa este año es de un 6,7%. Tampoco están contentos con la reapertura de la pesquería de cigala del Cantábrico con un TAC de 14T, cuando las recomendaciones científicas apuntaban a 20T.
Finalmente, la Comisión impuso su criterio de reducir en un 6% los días de pesca para el Mediterráneo, que unido al acumulado del 17,5% de los dos años anteriores, supone que en solo tres años el sector reducirá casi en un 25% su actividad. Si bien permite recuperar, con mejoras en la selectividad, un 2 % de los días de pesca.
Pero no solamente afrontan en el Mediterráneo una reducción de días sino también y por primera vez, la gamba roja será sometida a cuotas. Se han establecido 872T.
En lo que respecta al Golfo de Cádiz por tercer año consecutivo hay recortes en la merluza del sur (-8%), la cigala del sur (-5%) y el lenguado (-5%).
El Reglamento de aplicación para demersales acuerda una nueva reducción del -6%, pero que tomando como referencia los datos reales de los años 2015 a 2017 supone el -7,3%. La suma de todos estos porcentajes conduce a un resultado total de -27,6% desde octubre de 2020 hasta la actualidad. Se reducen también los días de esfuerzo para la pesca de la merluza y el salmonete en el palangre de fondo.
Los nuevos cierres corresponden a vedas permanentes (659 km2) y temporales (3124 km2) para especies demersales (merluza, gamba blanca, cigala y gamba roja).
Suavizar los recortes no es motivo de alegría desde ningún puerto. Rebajar del 15% al 5%, el lenguado; del 16% al 5%, la cigala del Golfo de Cádiz y mantener la cuota de abadejo no satisface a nadie.
En cuanto al Reino Unido, se alcanzó un cauerdo que supone una reducción del TAC de merluza norte del -20%, rebaja inferior a la propuesta por los científicos; un incremento de gallo de hasta un 7% según las zonas, así como de rapes con un subida del 8% en Gran Sol. Se mantienen las cuotas de alfonsinos, besugo, granadero y sable negro.
Planas con el comisario Sinkevicius en el último Consejo.
EL SECTOR ESTÁ HUNDIDO
La desolación define la cara de Manuel Fernández, presidente de la Federación Andaluza de Cofradías, a la hora de analizar los resultados. “Vamos a tener que amarrar. Nos vamos a morir de hambre. Los repartos de TACS y cuotas para el 2022 están realizados desde Bruselas y no a pie de puerto, hay un gran desconocimiento de la realidad del pescador del Mediterráneo”.
Desde la Federación Nacional de Cofradías, Basilio Otero afirmaba que aun siendo consciente de que el ministro Luis Planas ha hecho lo imposible, los resultados del Consejo no son buenos.
Por su parte, Cepesca calificaba de “duro golpe a la pesca española”, a la vez que considera que la “inflexibilidad del comisario Sinkevicius sume a las empresas del sector en una crisis de rentabilidad, con la consiguiente destrucción de empleo”.
“Este acuerdo pone en peligro el futuro de más de 3.000 familias de pescadores valencianos”, comentaban desde Coincopesca, con duras críticas hacia “la intransigencia del comisario y la falta de capacidad del Ministerio para defender los intereses de los pescadores del Mediterráneo”.
En los próximos días habrá reuniones de las cofradías mediterráneas para tomar decisiones en cuanto a la posibilidad de emprender acciones.
Raúl García, de WWF, corrobora la existencia de un gran desconocimiento de la realidad pesquera del Mediterráneo en Europa, que en su opinión podría traducirse en un nueva pérdida de flota, mínima del 5%.
También los sindicatos ven “alarmante que el acuerdo no garantice la sostenibilidad social para los pescadores asalariados, ni económicas para las empresas y aún más radical para el sector del Mediterráneo”, como sostiene Juan Manuel Trujillo, de CC OO.
En las cofradías asturianas consideran un desastre la pérdida de cuota de merluza y xarda por lo que vaticinan una mala campaña en el Cantábrico: “Estas cuotas nos dan para malvivir”, aseguraba Adolfo García.
REACCIONES OFICIALES
Desde la Xunta de Galicia, Mercedes Rodríguez aseguraba que los recortes aplicados para 2022 supondrán pérdidas superiores a los 16 millones de euros para el conjunto de actividades marítimo pesqueras de la Comunidad. Galicia pierde alrededor del 3% de sus cuotas para el Cantábrico Noroeste y aguas de Francia.
El director de Pesca del Gobierno vasco, Leandro Azkue, lamentó que no se haya logrado frenar los recortes para la caballa y la merluza, dos pesquerías “clave para la supervivencia de una parte muy importante del sector pesquero” que no se ve compensada por los ligeros incrementos “en especies que, para el conjunto de la flota, no suponen una gran solución, como el rape o el gallo”.
La Junta de Andalucía, en palabras de su consejera Carmen Crespo, rechaza el acuerdo y “lamenta la insensibilidad” demostrada por la Comisión con el sector tan vulnerable y necesario como el de la pesca en Andalucía, “la situación es muy complicada y el resultado no es positivo”, concluía.
Sin embargo, los comisarios tienen en Oceana a uno de sus mayores valedores: “aplaudimos la determinación de la Comisión Europea para reducir el esfuerzo en el Mediterráneo en un 6% adicional, y empujar a los Estados a que adopten nuevos cierres de inmediato y refuercen los existentes”.
Desde la organización medioambientalista se criticaba “la escasa ambición” del Gobierno español en su propuesta de nuevas zonas de cierre a la pesca de arrastre en el Mediterráneo. Sin olvidarse de afear a la Comisión por haber, al final, aceptado rebajas en sus propuestas iniciales.