La decisión comunitaria responde a que Camerún “persiste” en sus “graves carencias” de control pesquero por lo que, a juicio de la Comisión Europea, es un país “no cooperante”. Los Estados de la UE se ven obligados ahora a denegar la importación de productos pesqueros procedentes del país africano, incluso cuando vayan acompañados de certificados de captura validados por las autoridades nacionales.
Esta medida es la más severa de la UE contra terceros países. Desde la advertencia con una tarjeta amarilla, se abre un diálogo formal en el que la Comisión y el Estado amonestado colaboran para resolver las cuestiones que puedan llevar a la prohibición de cualquier tipo de relación comercial. Desde finales de 2012, Bruselas ha impuesto 26 tarjetas amarillas, pero “en la mayoría de los casos, se ha observado un progreso significativo” y se han retirado.
Llevar a cabo la práctica continuada de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) es una de las más graves amenazas para la explotación sostenible de los recursos acuáticos vivos. Pone en peligro la base de la PPC y los esfuerzos de la Unión Europea para fomentar una mejor gobernanza de los océanos a nivel internacional.
Pese a la sanción, Bruselas continuará dialogando con las autoridades camerunesas para corregir las deficiencias detectadas y propondrá al Consejo de la Unión incluirlo en la lista de países no cooperantes. “Tenemos tolerancia cero con la pesca INDNR y la Comisión ha actuado con firmeza”, ha dicho el comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius.