EXPEDICIÓN GNA-22 DE LA AGNYEE

Rumbo a la Historia

01/10/2022

Marina mercante

Ana Diaz
EXPEDICIÓN GNA22 DE LA AGNYEE

Bajo la sombra del Peñón de Ifach, en el Real Club Náutico de Calpe, el 18 de agosto daba comienzo la GNA-22 con la que la Asociación Amigos de los Grandes Navegantes y Exploradores Españoles (Agnyee) homenajeaba, dentro de los actos conmemorativos del V Centenario, la figura de Juan Sebastián Elcano y la gesta de la primera vuelta al mundo. 

Al día siguiente, una flota de siete veleros, escoltados por alumnos de la Escuela de Vela de la ciudad, ponía rumbo a Sevilla en una travesía que durante 22 días ha llevado a las tripulaciones a recorrer siete ciudades (Cartagena, Almería, Melilla, Málaga, Algeciras, Cádiz, y Sevilla) empapándose de salitre e Historia. Las embarcaciones, que navegaron en conserva a una velocidad media de cuatro nudos, estuvieron acompañadas por una patrullera de la Guardia Civil y un velero de la Armada que se unió al principio y al final de la expedición. 

Antes de partir en el Mandrágora, el que fuera famoso realizador de TVE, Fernando Navarrete, presidente del Comité organizador de la GNA-22, nos decía que “el objetivo material de la expedición es transportar hasta la Torre del Oro en Sevilla una escultura de Mariano Cobo, que se depositará en el Museo Naval de la ciudad como homenaje a Juan Sebastián Elcano. También tenemos otros objetivos históricos. Cada etapa lleva el nombre de un importante navegante o explorador español, del que ya hablaremos en cada parada. Y, además, sensibilizaremos a los navegantes de la importancia de conservar las praderas de posidonia en el Mediterráneo. Esto lo hacemos a través de la Agnyee, Asociación cuyos intereses son estudiar y divulgar la Historia, contribuir al reconocimiento internacional y social de los grandes descubridores y fomentar e impulsar los valores de superación, esfuerzo y coraje de la navegación y la exploración”.

Tripulantes del Tacuar durante la maniobra de izado de velas
 

ACTIVIDADES CULTURALES

La expedición, como decía Fernando Navarrete, ha dedicado cada etapa a un ilustre marino, dando a conocer las figuras de Antonio de Escaño, Isabel Barreto, Juan de Austria, Bernardo de Gálvez y Alvar Núñez. Con la entrega de un pequeño busto de Sebastián Elcano y una metopa, también ha reconocido a personas e instituciones que han colaborado con la organización del evento, siendo afines a los objetivos perseguidos por la AGNYEE.

En los períodos de descanso de navegación, las tripulaciones han disfrutado de visitas culturales al Museo Naval de Cartagena, las Alcazabas de Almería y Málaga, la ciudad y el cementerio de Melilla o el Panteón de Marinos Ilustres y el Real Observatorio de la Armada en San Fernando de Cádiz.

Parte destacada ha sido la divulgación de las praderas de posidonia mediterránea que se ha hecho en cada puerto. El Mediterráneo y, concretamente, el archipiélago balear es una de las zonas donde más crecen estas plantas que proporcionan grandes beneficios al planeta, al ser centinelas de los cambios ambientales que están ocurriendo en el mar. Entre otras cosas, producen abundante oxígeno que ayuda a respirar a multitud de especies, clarifican las aguas, eliminando CO2, y reducen la contaminación y el efecto invernadero. También fijan y favorecen la sedimentación del sustrato, gracias a la ramificación subterránea de sus raíces, formando ecosistemas donde viven multitud de especies y, al llegar a las playas, impiden la pérdida de arena, creando nueva a partir de los microorganismos que viven en ellas. 

La contaminación derivada de zonas costeras superpobladas, los dragados, la pesca intensiva de arrastre, la acuicultura, especies invasoras o el fondeo libre de embarcaciones son amenazas reales de estas plantas, sensibles a la salinidad y el ph del agua y que tienen un muy lento crecimiento, de ahí la necesidad de protegerlas. Agnyee ha querido incluir como misión cívica de la expedición la difusión de esta necesidad, animando a los navegantes a tener especial cuidado cuando echan el ancla al fondear. 

La escultura de Mariano Cobo se presentó en las etapas de la travesía
 

PARADA NAVAL

Para los participantes en la expedición, la GNA-22 ha estado llena de momentos emotivos como el avistamiento de delfines o la llegada a Sevilla atravesando las esclusas del Guadalquivir de madrugada. Pero la etapa más espectacular fue, sin ninguna duda, la del 6 de septiembre en Sanlúcar de Barrameda cuando la flota de veleros se unió al buque-escuela de la Armada Juan Sebastián Elcano, en el que navegaba el Rey Felipe, a la réplica de la nao Victoria y al resto de embarcaciones y efectivos militares que conmemoraban el V Centenario.

La Asociación ha celebrado de este modo la primera circunnavegación al mundo, iniciada por el portugués Fernando de Magallanes en 1519 y concluida tres años más tarde por el español Juan Sebastián Elcano. No ha sido éste el único acto con el que ha participado en los actos conmemorativos. Aunque por problemas mecánicos no ha podido concluir a tiempo su vuelta el mundo, el velero Pros sigue realizando la ruta “Tras la estela de Elcano” (de la que informamos en nuestro número 610). Tras dos años de navegación, se encuentra en estos momentos en las Molucas con la esperanza de poder llegar a España el año que viene.

A BORDO DEL TACUAR

La revista MAR fue invitada a participar en la primera etapa de la GNA-22 de Calpe a Cartagena. Lo hizo a bordo del Tacuar, velero de pabellón español, modelo 40 ketch Mistral, de 40 pies de eslora y 4 metros de manga, con base en la marina de BurrianaNova, en Castellón de la Plana. Con la tripulación, encabezada por Nacho San Martín, aprendimos algo de navegación, de faros y astrología. Contemplamos las estrellas, más allá de las velas azotadas por el viento y nos emocionamos al escuchar por radio la oración del marinero de la Armada con los últimos rayos del sol.  

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