BUQUE HUNDIDO FRENTE A LAS COSTAS DE GIBRALTAR

Alarma por contaminación

01/10/2022

Medio Ambiente

Anabel Gutiérrez
Progresos en el bombeo y limpieza a fondo del OS35

El choque entre dos buques, a finales de agosto, desató el fantasma del Prestige en las costas de Gibraltar. Un mes después de producirse este incidente, y cuando parecía que la situación estaba controlada, un nuevo vertido de hidrocarburos (parece que procedente de las paredes de los tanques), ha alcanzado tres playas de la localidad gaditana de La Línea de la Concepción y ha activado el nivel 1 del Plan de Emergencia ante el Riesgo de Contaminación del Litoral (PECLA) de la Junta de Andalucía, que ha movilizado a 25 personas para realizar labores de limpieza de los restos del vertido. 

El pasado 29 de agosto, el buque granelero OS35, salía de Gibraltar para dirigirse a Vlissingen, en los Países Bajos, cuando chocaba contra el petrolero Adam LNG, que permanecía fondeado en las inmediaciones del puerto de Gibraltar. John Ghio, capitán marítimo del puerto de Gibraltar, desvía el barco hasta una zona próxima a la costa, con bancos de arena, para facilitar la maniobra en lo posible. La decisión del capitán gibraltareño “no es incorrecta”, según Benito Núñez, director general de la Marina Mercante, puesto que “no es lo mismo un hundimiento a 200 metros de profundidad que a 17”. 

El capitán del barco desobedeció las instrucciones de la Autoridad Portuaria del Peñón de detenerse y siguió la marcha asegurando que no tenía ningún daño. Por esta razón fue detenido y puesto en libertad, y el pasado 14 de septiembre se le acusó formalmente, entre otros cargos, de poner “en peligro a buques, estructuras o personas”; de “no tomar las medidas adecuadas para evitar la colisión” o de dañar “un lugar de reproducción de una especie animal europea protegida”.

Antonio Muñoz, presidente de Verdemar-Ecologistas en Acción, recuerda que la zona del accidente es un enclave considerado como Zona de Especial Conservación de la Red Natura 2000 –la protección medioambiental de la Unión Europea– por su alto valor ecológico. De hecho, ahí se encuentra una especie de lapas que está en peligro de extinción y que ya se está viendo afectada por la llegada de los restos de combustible.


Colocación de una barrera anticontaminación alrededor del buque.

OPERATIVO ANTICONTAMINACIÓN

El buque, cargado con 183 toneladas de fueloil pesado, 250 toneladas de gasóleo y 27 toneladas de aceite lubricante, comenzó a hundirse finalmente por la proa a 700 metros de Catalan Bay (una bahía natural en Gibraltar) y a 2,2 kilómetros de la playa de Poniente de La Línea de la Concepción (en Cádiz). La brecha que se abrió en el barco tras el impacto fue de 10 metros de largo y cuatro de ancho. Esta situación activó un protocolo de emergencia del Consejo de Contingencia de Gibraltar, en estrecha colaboración con la Dirección General de la Marina Mercante y Salvamento Marítimo, para retirar lo antes posible todo el combustible de carga y de uso del buque accidentado. A pesar de los medios desplegados, no se pudo evitar que varias bolsas de petróleo alcanzaran la costa. 

El gobierno de Gibraltar aseguró haber retirado todo el contenido de carburante el 5 de septiembre, tanto el que transportaba el buque como el que se requería para alimentar las máquinas. El último escollo, las previsiones climatológicas que ya empezaban a anunciar fuertes vientos. Las autoridades de Gibraltar tomaron la decisión de hundir la popa del buque sobre el lecho marino para evitar que se terminara de partir en dos debido al temporal. Este operativo concluyó el sábado 18 de septiembre. "No quedan cantidades de aceite a granel a bordo. Todos los depósitos de aceite se han vaciado de todo aquello que era bombeable. No queda ningún tipo de combustible dentro y, desde luego, nada de combustible para el funcionamiento de cualquier maquinaria del buque", explicó el capitán del puerto, John Ghio. Esto no ha evitado que se produjera un nuevo vertido, procedente de las paredes del tanque, como explicábamos al principio.


Tareas de limpieza de la playa de Poniente (La Línea).

LA PESCA, BAJO VIGILANCIA

La Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, a través de su Dirección General de Salud Pública, ha establecido una vigilancia especial de las aguas de baño y de las lonjas. El alcalde de La Línea de la Concepción (Cádiz), Juan Franco, ha señalado que hay tres caladeros de pesca extractiva de bivalvos que se encuentran cerrados, lo que afecta a una flota de 32 barcos. Desde finales de agosto un centenar de hombres se quedan cada día en puerto. El pasado 22 de septiembre, en el Juzgado de lo Penal de esta localidad, el Ayuntamiento, en una demanda conjunta con empresarios, hosteleros y pescadores afectados, interpuso una denuncia contra el armador y la aseguradora del barco por daños económicos. 

Aún queda por delante la extracción de más de 30.000 toneladas de acero, todavía en el buque, y tomar la decisión sobre si una vez vaciado el buque será reflotado o desguazado. Al cierre de esta edición, el Gobierno de Gibraltar, que ha estado informando a pesar de que se encuentra en periodo oficial de luto por el fallecimiento de la reina Isabel II, ha localizado varias bolsas de petróleo, atrapadas en las cuadernas del casco y están desarrollando nuevas tareas de mantenimiento y reparación de la barrera anticontaminación. Por su parte, el consejero andaluz de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, ha afirmado que hasta el momento no se ha detectado ninguna afección a ninguna especie protegida en el entorno de la Bahía de Algeciras (Cádiz).  

UNA ZONA DE ALTO VALOR ECOLÓGICO

El Estrecho de Gibraltar, un pequeño enclave de 60 kilómetros de largo y solo 14 kilómetros de ancho, es transitado cada año por 100.000 embarcaciones, lo que representa el 10% del tráfico internacional. En los últimos 15 años entre Algeciras y Gibraltar han encallado cinco barcos ocasionando importantes incidentes de contaminación por hidrocarburos en la zona: New Flame, Tawe, Fedra, Samotraki y, ahora, el OS35. Antonio Muñoz, de Verdemar-Ecologistas en Acción, ha afirmado que los vertidos del granelero OS35, hundido en Gibraltar, ya han llegado a las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) en la demarcación marina del Estrecho Oriental, Occidental y a las Marismas del Palmones y está poniendo en riesgo miles de hectáreas con especies protegidas. “Esta costa tiene unas características muy importantes”, recuerda Muñoz. Por ejemplo, alberga la lapa Patella ferruginea, la de mayores dimensiones a nivel europeo y en peligro de extinción. También está en riesgo una importante colonia de delfines comunes y delfines mulares y es el hábitat de numerosas especies como las colonias de coral rojo, la planta fanerógama Cymodocea nodosa o el alga Laminaria ochroleuca. También viven, durante todo el año, en este espacio protegido distintos cetáceos como el calderón común, el listado, la orca y es zona de paso para el cachalote y el rorcual común. A ello se suma su papel como zona de tránsito de aves migratorias que realizan el recorrido entre Europa y África. Esto supone una amenaza para más de 30 especies entre las que destacan el milano negro, la cigüeña blanca y el abejero europeo, la pardela cenicienta, la pardela balear y el alcatraz atlántico. 


Delfines comunes en el Estrecho de Gibraltar.

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