Cuestionada por el sector
Pesca
La Organización de Productores de Pesca Fresca del Puerto y de la Ría de Marín (Opromar) fue la encargada de celebrar esta jornada, que sirvió para debatir la nueva estrategia de la biodiversidad impuesta por Bruselas donde el medioambiente se configura como eje transversal de políticas comunitarias como el Pacto Verde europeo o la estrategia “De la Granja a la Mesa”.
El encuentro, estructurado en cuatro mesas redondas y una ponencia, tuvo lugar pocos días después de la conmemoración del Día de Europa, fecha elegida por los pescadores europeos para protestar contra el Plan de acción de la UE y la Ley de Restauración de la Naturaleza.
La nueva estrategia de biodiversidad pretende prohibir la pesca de fondo en el 30% de las aguas jurisdiccionales comunitarias. Según el sector, si estas medidas se implementan del modo en el que están propuestas actualmente, Europa arriesga el 25% de su producción de productos del mar y 7.000 embarcaciones. Además, estará en juego el empleo de 20.000 personas. En nuestro caso, afectaría a 884 barcos que son los que practican la modalidad de arrastre. Los pescadores europeos denuncian que esta pesquería está “al borde del colapso”.
Ante esta situación, no es de extrañar que la jornada de Opromar reuniera a representantes de las organizaciones de productores, de las administraciones y de la comunidad científica deseosos de escuchar a la número 2 de la Dirección General del Mar de la Comisión, Maja Kirchner, que se dirigió a los asistentes en castellano y por videoconferencia.
MAL ENTENDIMIENTO
Kirchner reconoció problemas de comunicación con el sector y, empeñada en transmitir un mensaje de tranquilidad y conciliación, dijo que “hemos detectado un mal entendimiento, por parte de los pescadores, sobre el paquete de medidas propuesto. No queremos eliminar la captura de las especies que se pescan en el fondo del mar sino trabajar conjuntamente con los Estados miembros y el sector para cambiar los métodos de pesca actuales por otros con menor impacto medioambiental”. En este sentido, también habló de la búsqueda de combustibles limpios y de la capacidad de GT de los buques admitiendo que se necesita un cambio de regulación para mejorar su eficiencia energética, “siempre y cuando ese 25% de maniobra que existe no sea suficiente”, matizó.
Las modificaciones legislativas y estructurales exigen esfuerzos, por parte de todos, e inversiones costosas para la flota. Consciente de ello, Kirchner recordó que la Comisión ha introducido mayor flexibilidad en el actual Fondo Europeo Marítimo de la Pesca y la Acuicultura (FEMPA) y explicó que se está trabajando para que otras fuentes de financiación de la UE e inversiones privadas puedan utilizarse para acelerar el proceso de transición energética, indispensable para conseguir ser neutral en emisiones de carbono en 2050 y que no se repitan impactos como los que ha tenido la guerra de Ucrania en el incremento de costes de combustibles, obligando a los pescadores a quedarse en tierra al no serles rentable salir a faenar.
La representante de la DG del Mar destacó que, con el paquete de medidas anunciadas en febrero, “no se impone una obligación a la flota para 2024, 2030 ó 2050, sino explicar que hay que dialogar para ver cómo se puede hacer la transición de la pesca actual a una futura con menor impacto sobre el fondo del mar”.
Pese a su tono amable y conciliador, el sector no perdió la oportunidad de expresar sus preocupaciones. El director gerente de Opromar, Juan Carlos Martín Fragueiro, criticó la demonización que se hace a la pesca. “En 2009 había cinco stocks en rendimiento máximo sostenible y hoy hay más de 60. La presión global en aguas comunitarias disminuye todos los años y el estado de las poblaciones sigue mejorando”, dijo.
Martín Fragueiro insistió en que, pese a que todas las cuestiones abordadas en la estrategia de la Comisión en materia pesquera tienen gran impacto en el sector, Bruselas no cuenta con los pescadores. “Hay un profundo malestar con la falta de interlocución para la elaboración y despliegue de esta estrategia”, matizó.
Otros asistentes también se dirigieron a la representante de la Comisión. Javier Bouzas, de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), insistió en que “los mejores guardianes del mar somos los pescadores”. Por eso denunció el “poco caso que Bruselas hace a los dictámenes científicos de los organismos consultivos”. Mario Vizcarro, de la OPP-67 de Sant Carles de la Rápita, explicó que la situación en el Mediterráneo es dramática y que no solo se trata de cuidar el medioambiente sino también del trabajo de las familias y de la riqueza de las poblaciones costeras y Roberto Alonso, de Anfaco-Cepesca, se aventuró a decir que, en las elecciones del año que viene, debemos elegir a europarlamentarios que velen por los intereses de nuestra pesca.
SOSTENIBILIDAD GARANTIZADA
Tanto la secretaria general de Pesca, Isabel Artime, como el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, defendieron la sostenibilidad de nuestra flota. "La defensa de la biodiversidad está plenamente garantizada en España” e insistieron en que “no hay sostenibilidad sin rentabilidad".
Planas recordó los grandes esfuerzos realizados por los pescadores para hacer una actividad cada vez más sostenible, adaptando las redes y técnicas de pesca, minimizando los impactos en las especies marinas protegidas, asumiendo la obligación de desembarque y avanzando en la mejora de la selectividad de las artes. “Y todo ello, en circunstancias tan adversas como la pandemia y la guerra en Ucrania”, dijo.
Para el titular de Agricultura, Pesca y Alimentación, la futura estrategia de la UE no debe centrarse en limitaciones y prohibiciones sino "tener base científica y una evaluación de impacto adecuada, que integre la dimensión socioeconómica para mantener una actividad pesquera sostenible a largo plazo". Además, defendió la pesca de arrastre de fondo y su compatibilidad con el entorno marino. Según Planas, “la gestión pesquera sostenible, basada en la ciencia, innovadora e inclusiva es necesaria para alcanzar los objetivos de la Política Pesquera Común (PPC) a corto y largo plazo”.
Durante su participación en el foro, el ministro se refirió a la nueva Ley de Pesca Sostenible que busca “asegurar el equilibrio ambiental económico y social mediante la competitividad, el empleo, el relevo generacional y la defensa de las producciones propias en relación con terceros países”.
También se refirió a las próximas modificaciones de las normas que regulan las organizaciones profesionales y las ayudas. Con ellas, el MAPA pretende fomentar estas entidades asociativas, implantar mayor armonización de criterios entre administraciones, eliminar obstáculos burocráticos en acuicultura, apostar por la digitalización en el sector, adaptar la normativa al nuevo FEMPA y fomentar ayudas que favorezcan la transición energética y técnicas que impliquen menor impacto sobre las especies marinas. Según Planas, la próxima presidencia española del Consejo de la UE será una buena oportunidad para defender los intereses del sector.
La secretaria das Pescas portuguesa, Teresa Coelho, que también estuvo en la jornada, apeló por su parte al apoyo de Madrid y Lisboa a las organizaciones pesqueras y a su labor por la sostenibilidad.