Los pensionistas españoles reciben en sus domicilios desde el 16 de enero una carta del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones donde se explica la subida que tendrán sus prestaciones a lo largo de 2023. Tal como recoge el Real Decreto 1058/2022, de 27 de diciembre, sobre revalorización de las pensiones del sistema de la Seguridad Social, de las Clases Pasivas y de otras prestaciones sociales públicas, el incremento de este año será del 8,5%, la misma proporción en la que lo ha hecho el Índice de Precios al Consumo (IPC). 

Nuestros mayores y pensionistas no pierden así poder adquisitivo, al cumplirse la recomendación 2ª del Pacto de Toledo, que obliga a garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas en base a la evolución del IPC. “Es evidente que en 2022 hemos vivido un aumento de la inflación, vinculado a la guerra en Ucrania. Ahora bien, sean cuales sean las circunstancias, debe tener la certeza de que la protección del poder adquisitivo de su pensión está siempre asegurado gracias a la Ley 21/2021, aprobada a finales de 2021”, dice el ministro José Luis Escrivá en la misiva que remite a los ciudadanos. En el envío también se incluye una notificación donde se indica la cuantía concreta en que se aumenta la pensión para cada beneficiario.

Desde el pasado año, las pensiones se actualizan con la fórmula de revalorización recogida en la ley de reforma que tiene en cuenta como referencia el IPC interanual promedio de 12 meses -a contar desde diciembre del año anterior a noviembre del ejercicio en curso- para determinar la subida de estas prestaciones. Así, la subida anual siempre será igual al aumento medio de precios del año anterior, asegurándose que los beneficiarios de prestaciones no pierden nunca poder adquisitivo.
La medida afecta a los titulares de pensiones contributivas del sistema de Seguridad Social. Son las pensiones de jubilación, muerte, incapacidad permanente, viudedad y orfandad y en favor de familiares en su modalidad contributiva. También a quienes reciben pensiones de clases pasivas. Las pensiones mínimas del sistema de Seguridad Social y clases pasivas y del extinguido Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez (SOVI) podrían subir más.

El incremento de las pensiones de jubilación e incapacidad permanente no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital (IMV) será, de manera extraordinaria, del 15%, tal como se dispone en el real decreto-ley de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania y de apoyo a la reconstrucción de la isla de La Palma y otras situaciones de vulnerabilidad.

Los pensionistas no pierden poder adquisitivo.

CUANTÍAS

Con esta subida, el aumento de la pensión media de jubilación es de 107€ al mes o de 1.500€ al año, situándose en 1.367€ anuales. Para una pensión media de viudedad, el aumento será de 66€ al mes o 930€ al año. La pensión mínima para los hogares unipersonales se fija en 10.963,40€ anuales, frente a los 10.103,80€ de 2022, y de 13.526,80€, en los casos con cónyuge a cargo (en 2022 era de 12.647€).
El importe de la pensión, una vez revalorizada, estará limitado a 3.058,81€ entendiendo esta cantidad referida al importe de una mensualidad ordinaria, sin perjuicio de las pagas extraordinarias que pudieran corresponder. Dicho límite mensual será objeto de adecuación cuando el pensionista tenga derecho a percibir menos de 14 pagas al año, a los efectos de que la cuantía pueda alcanzar o no supere los 42.823,34€ en cómputo anual.

Para las arcas del Estado, el coste de la revalorización de las pensiones al 8,5% asciende a 13.600 millones de euros. Si añadimos la subida del 15% de las pensiones no contributivas y del Ingreso Mínimo Vital, el gasto total llega a 14.500 millones.