Cumbre europea sobre algas
Acuicultura
La Comisión Europea, Francia y la Global Seaweed Coalition han sido los organizadores de la primera Cumbre de Concienciación sobre las Algas en la Unión Europea. El objetivo era sensibilizar a los Estados miembros y al conjunto de la sociedad de los beneficios del cultivo de algas. Según un informe del Banco Mundial el valor comercial de estas plantas acuáticas ascenderá a 11.800 millones de dólares en 2030.
La Maison de l´Océan de la capital francesa albergó la Cumbre que sirvió para promover el cultivo de algas, sensibilizando a las administraciones de los Estados miembros y al público en general de los beneficios que esta actividad acuícola puede aportar a las economías nacionales y regionales, a las personas y a la regeneración de los océanos, mitigando los efectos del cambio climático. El evento, organizado conjuntamente por la Comisión Europea, el Gobierno francés y la Coalición Mundial de Algas Marinas (Pacto Mundial de Naciones Unidas), contó con el apoyo del Instituto Oceanográfico de la Fundación Alberto I de Mónaco.
A través de paneles de conversación, discusiones participativas y una experiencia de realidad virtual, los participantes pudieron conocer los usos multifacéticos de las algas. Se trata de organismos muy utilizados en las industrias farmacéutica, cosmética, alimenticia y de producción de biocombustibles. Además, las algas tienen la capacidad de absorber CO2 del océano, aliviando la presión del cambio climático sobre los ecosistemas marinos y disipando el impacto de las olas en el litoral, previniendo la erosión costera.
No es esta la primera vez que la Comisión apoya el desarrollo de una acuicultura de algas en la Unión Europea. Hace ahora un año, Bruselas propuso en el marco de la Iniciativa comunitaria de algas un conjunto de 23 acciones para crear oportunidades para esta industria con el objetivo de que sea un sector “robusto, sensible y regenerativo”, capaz de satisfacer la creciente demanda de estos productos en Europa. Y en febrero del pasado año se puso en marcha el Foro Europeo de Partes Interesadas en Algas (EU4Algae) que ya aglutina a 800 socios, tanto de la Unión Europea como de países extracomunitarios.
Según explicó entonces la Comisión, “es esencial desarrollar formas nuevas y sostenibles de alimentar a una población mundial en rápido crecimiento”. Las algas, que cubren el 70% de la Tierra, solo representan el 2% de las fuentes de alimentación humana.
Para la Comisión Europea es fundamental facilitar el acceso al espacio marino, desarrollar herramientas para el cultivo de las algas, evaluar el potencial que tienen estos productos en el mercado y financiar proyectos piloto. Sin embargo, pese a que las regiones costeras europeas han sido reconocidas como terreno fértil para el desarrollo del sector, los Estados miembros no siempre incluyen al cultivo de algas entre sus planes marítimos, lo que supone un obstáculo para la aceptación de la actividad.
De hecho, los cuellos de botella a los que se enfrenta la acuicultura de algas son precisamente la falta de conciencia sobre los beneficios y oportunidades que puede traer a las economías nacionales y la limitada aceptación de las algas entre los consumidores. Falta conocimiento.
DESARROLLO SOSTENIBLE
Por su parte, el Banco Mundial ha señalado que el mercado de algas marinas podría crecer en torno a los 11.800 millones de dólares en 2030. Según un informe elaborado por la institución financiera, potenciar la producción de algas y mejorar las cadenas de valor relacionadas con el sector contribuiría al cumplimiento directo de al menos, nueve de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
Las dos especies de algas que más se producen en el mundo son la laminaria japonesa (Saccharina japónica) con 13,5MT y el alga eucheuma (géneros Euchema y Kappaphycus) con 7,1MT, siendo Asia y, dentro de este continente, China el principal productor.
En España, se produjeron en 2022 un total de 20,6T de macroalgas en Galicia (91%) y Andalucía (9%). Esta región lidera a su vez la producción de microalgas en nuestro país con una producción de 1,2T en 2022.
