Las negociaciones del MAPA y la Comisión Europea han resultado positivas para la flota de arrastre del Mediterráneo que dispondrá del máximo de días adicionales de pesca para 2023. España considera que hay que mejorar la gobernanza de las cuotas teniendo en cuenta la sostenibilidad socioeconómica de la pesca.
La política pesquera comunitaria se ha enfocado hasta ahora en la recuperación de las pesquerías. Esto ha permitido alcanzar el rendimiento máximo sostenible en muchos stocks. Por ello, hay que priorizar en la asignación de cuotas la sostenibilidad socioeconómica de la pesca, sin dejar de atender su parte medioambiental, dijo la directora general de Pesca Sostenible, Mónica Corrales en Bruselas..
Las buenas prácticas de la flota han hecho que la Comisión acceda a la petición de España de añadir 853 días adicionales de pesca a la flota de profundidad de la gamba roja para los buques que han cambiado voluntariamente sus redes por otras más selectivas. De este modo, la flota de arrastre del Mediterráneo dispondrá del máximo de días adicionales de pesca.
El compromiso del MAPA con la gestión adecuada de los recursos ha hecho que se amplíe, del 15 de noviembre al 15 de diciembre, la veda de la sardina en el Mediterráneo. Esta medida sustituye a la prohibición de desembarco de la pesquería durante cuatro meses para mejorar la reproducción de la especie y apoyar a los pescadores, ya que las paradas obligatorias tienen ayudas comunitarias. La orden del Ministerio no ha gustado en Andalucía donde las organizaciones Faape, Facope y Andmupes han denunciado la “situación de desamparo” que vive la flota de cerco del Golfo de Cádiz que no ha podido pescar sardina, al desplazarse la especie hacia otras zonas, y verse afectada por la ausencia de acuerdo pesquero con Marruecos.
Por su parte, la flota gallega que faena en el Atlántico Norte podrá pescar en 2024 más bacalao, pero deberá recortar las capturas de fletán en un 26%