La exposición reúne un total de 113 piezas. Junto a las colecciones del Museo Naval, que conforman el núcleo principal, se exhiben 47 piezas procedentes de otras instituciones, entre las que se encuentran la Biblioteca Nacional de España, el Archivo General de Simancas, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el Museo Nacional del Prado, el Archivo Histórico Nacional, el Observatorio de París y el Palacio de Gran Maestre de la Orden de Malta. El recorrido se estructura en cinco espacios.

Jorge Juan y Santacilia, (1713-1773), fue capitán de fragata de la Armada  que dejó una importante huella en campos diversos como la política, la economía, la historia, la naturaleza, la geografía y, muy especialmente, en las matemáticas, la astronomía, la construcción y la enseñanza naval. Su extensa obra le valió en su época el calificativo de “el sabio español”.

Conoceremos los lugares de los primeros años de Jorge Juan, desde su Novelda natal en Alicante, donde obtuvo su primera formación, su paso por la isla de Malta donde ingresó en la Orden de los Caballeros de San Juan, hasta su llegada a Cádiz, para estudiar en la Academia de Guardiamarinas.
Su capacidad y conocimiento pronto le hicieron destacar entre sus compañeros y le valieron su elección para participar en la expedición para la medida del arco del meridiano, a la que se dedica el segundo espacio de la exposición. 

Este apartado, el más extenso de la muestra, aborda la iniciativa que puso en marcha la Academia de Ciencias francesa para determinar cuál era la verdadera forma de la tierra. Para aclarar la disputa que enfrentaba a científicos ingleses y franceses se organizaron dos expediciones, una en el polo norte y otra en el ecuador, para medir un grado del arco terrestre en ambas zonas y poner fin a la controversia.

En esta sala se presenta a los protagonistas de la expedición enviada al ecuador para realizar las mediciones, en la que participaron Jorge Juan y Antonio de Ulloa, que fueron comisionados para acompañar a los científicos franceses que encabezaban la misión. Se muestran también los instrumentos científicos que se utilizaron para realizar las mediciones, la más moderna tecnología de la época, que  permitió calcular la medida del arco  del meridiano  con una precisión sorprendente y comprobar que la tierra era una esfera achatada por los polos. Y se abordan los resultados de la expedición, que se dieron a conocer en distintas obras publicadas por sus principales integrantes, y las misiones que en paralelo debieron acometer Jorge Juan y Antonio de Ulloa, que les permitieron conocer en profundidad el sistema de gobierno virreinal, cuyos abusos denunciaron en un informe reservado que presentaron al regresar a España.
 

El tercer espacio está dedicado a la labor de Jorge Juan al frente de la construcción naval española. Recién llegado de América, Jorge Juan fue enviado a Londres por el marqués de la Ensenada con el objetivo de conocer y estudiar los métodos ingleses de construcción naval. Las labores de espionaje dieron su fruto y consiguió reclutar decenas de técnicos ingleses que se incorporaron a los arsenales españoles. La valiosa información recopilada por Jorge Juan permitió mejorar el diseño de los arsenales de Ferrol, Cartagena y La Carraca en San Fernando, provincia de Cádiz, dando lugar a un nuevo modelo de construcción naval conocido como “sistema Jorge Juan”.
 

El cuarto espacio de la exposición es un periodo vertiginoso en la vida del marino, por la gran cantidad de iniciativas que puso en marcha, en la enseñanza, la astronomía, entre otras, llegando a convertirse en consejero y asesor habitual de la corona, que recabó su opinión sobre los más diversos asuntos.

Finaliza la exposición, en el espacio Últimas obras. Fue nombrado embajador extraordinario en la corte del Sultán de Marruecos para la firma de un tratado de paz y director del Seminario de Nobles. 

En 1773, tras años de delicada salud, Jorge Juan murió en Madrid a los 60 años. 

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