La actividad acuícola constituye un sector estratégico para España, no solo por la producción de alimentos de gran calidad, sino por su contribución a la recuperación y el relanzamiento económico, social y medioambiental de las zonas litorales. El desarrollo sostenible de la actividad acuícola es una fuente de generación de empleo que aporta riqueza y bienestar social a los habitantes de estos territorios. Sin duda, la acuicultura va a jugar un papel protagonista en el impulso de la economía azul en los próximos años.

En los últimos tres años, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación viene impulsado y coordinando el desarrollo de una nueva estrategia de acuicultura, “Contribución de España a las Directrices Estratégicas para una acuicultura de la UE más sostenible y competitiva 2021-2030”, en estrecha colaboración con las comunidades autónomas y el sector. Esta iniciativa está concebida como una herramienta para dar respuesta a los retos que debe afrontar la acuicultura española en los próximos diez años y, de esta manera, contribuir al desarrollo sostenible de la acuicultura europea y a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas 2030, ofreciendo oportunidades y agilidad a las inversiones en este sector.

En la elaboración de este trabajo se han tenido en cuenta las nuevas Directrices de Desarrollo Sostenible de la Acuicultura de la Unión Europea (UE), los objetivos del Pacto Verde Europeo y el nuevo marco financiero que establece el Fondo Europeo Marítimo de la Pesca y de la Acuicultura (FEMPA) 2021-2027.

A este respecto, hay que resaltar que España va a contar con 1.120 millones de euros de este fondo, el Estado miembro que más recibe, de los que 153 millones irán destinados al desarrollo de la acuicultura sostenible. Los principales objetivos de la citada estrategia pasan por favorecer la puesta en marcha de nuevas iniciativas y consolidar la actividad, asegurar la competitividad y viabilidad del tejido productivo, fortalecer la sostenibilidad ambiental, asegurar la gestión y transferencia de conocimiento y mejorar la percepción de la sociedad sobre la actividad acuícola y sus productos.

Estos objetivos se desarrollarán a través de diferentes áreas temáticas, entre las que podemos mencionar la planificación espacial y el acceso al agua, la información al consumidor, los productores y la organización del mercado, la sanidad y bienestar animal, el cambio climático o la investigación e innovación. En este contexto, la Secretaría General de Pesca va a poner en marcha una serie de actuaciones estratégicas.

Así, en materia de gobernanza, se va a fomentar la cooperación y coordinación entre las distintas administraciones públicas y el sector, para lo que se han creado nuevos grupos de coordinación en aspectos ambientales y en el marco regulatorio para la mejora de la gestión del conocimiento. En el ámbito de la planificación espacial de la acuicultura, la Secretaría General de Pesca coordina e impulsa la integración de la acuicultura en los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo.

Esperamos que una vez aprobados estos planes de ordenación se agilice la evaluación de nuevos proyectos y se puedan generar nuevas oportunidades para diversificar la acuicultura. En el marco del Segundo Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030, se realizará un diagnóstico y evaluación del riesgo en el medio marino costero y en la acuicultura continental. Y en cuanto al fomento de la I+D+i, se mantendrá el apoyo a las subvenciones de los Planes Nacionales de Acuicultura y al Premio Jacumar de investigación en acuicultura. Con estas iniciativas, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación mantiene una apuesta decidida para fomentar el desarrollo sostenible de la acuicultura durante los próximos años.

IGNACIO GANDARIAS, director general de Ordenación Pesquera y Acuicultura del MAPA